de putita con mis compañeros
Fecha: 07/12/2017,
Categorías:
Primera Vez
Transexuales
Autor: karlaguadalupe, Fuente: xHamster
... porque su familia llegaba muy tarde los días de semana.Yo estaba caliente por toda la situación… y dispuesta a satisfacer a mis dos compañeros, más que mal quizás hasta me llevaba el premio al mejor amigo del curso, o mejor amiga, para ser más precisa.Abrí el clóset de su hermana y encontré un sostén rojo, como mi colaless, que me quedaba a la perfección y ajustado a mis tetitas. Una faldita de colegio que apenas me tapaba el culo, pues como les decía, culo me sobra. Unos tacones y encontré una camisa blanca que até a la altura de las costillas. Me vi en el espejo y me veía muy calentona. Agarré un poco de maquillaje que había en una mesita de esquina, pinté mis labios y me pinté un poquito los ojos. Me miré nuevamente y parecía una perra… como me gusta parecer… una perra en celo que necesita a un macho calentón que la quiera ensartar.Me fui al cuarto de Felipe y ahí estaban los dos. Me miraron fijamente y Felipe, por ser dueño de casa, fue el primero en tocarme. Me senté en su pierna y empecé a acariciar su pecho grande y fuerte que le había dado el gym. De verdad lo tenía muy duro.Párate – me gritó Felipe.Yo le hice caso y comenzaron a agarrarme como lo hacían en el colegio. Felipe se puso por detrás y me agarró las nalgas con una fuerza tremenda. Yo sentía como si me las quisiera reventar. Por delante, Gabo me desató la camisa, me sacó el sostén y comenzó a chuparme las tetas también fuerte. Mordía mis pezones y de vez en cuando sacaba su boca de ahí y con sus manos me ...
... las apretaba. “A ver si te crecen más aún, tetoncita” me decía al oído. Por mi parte, agarré sus vergas, una con cada mano. La acariciaba con mucha pasión, firme pero con cariño a la vez. Las tenía en mis manos y estaban durísimas. La de Felipe era como de 19 o 20 cms y la de Gabo era como de 18 cms pero muy gruesa.Ellos seguían en lo suyo cuando Gabo me pregunta: ¿Qué te parecen nuestros picos?Muy ricos – le contesté sin pensarlo.Pues entonces chúpala, perra – me dijo Felipe, empujándome hacia abajo y yo quedando de rodillas frente a él.Recuerda que tienes dos, marica – agregó Gabo poniéndose al lado de Felipe.Yo arrodillada, los miré como queriéndoles agradecer la oportunidad que me estaban dando de ser su putita. Tomé la verga de Felipe y la metí en mi boca. Estaba caliente. Lamí su glande primero y luego me la comía entera. A veces me atragantaba con ella, porque llegaba muy profundo en mi garganta. Me la sacaba, tomaba un poco de aire y mamaba la de Gabo, que apenas cabía en mi boca de lo gruesa que era.Las chupé con muchas ganas, de arriba abajo, me movía en ellas, las gozaba, las mojaba, las volvía a meter completas en mi boca. Les lamí sus bolas, pasaba mi lengüita por ellas y luego intentaba comérmelas. Esos sí que eran penes.Mis compañeros gemían, se las agarraban y casi competían para que yo se las chupara. Cuando estaba con la de Gabo en mi boca, Felipe me tiraba los cabellos y me ponía a chupar la suya. Cuando estaba en ello, Gabo me agarraba la cara y me giraba ...