El negro Teri. - Relatos Eróticos

El negro Teri.

... casi afirmando, que algo hubo alguna vez, afirmó teri. Yo seguía callado, casi poniéndome nervioso por la interpelación del negro. No sabía qué decir. Te digo más, siguió teri, te pensás que no me di cuenta cuando yo estaba en la canilla como me mirabas,!! Ahí me puse más nervioso, lo miré de costado, le dije estás loco!! Teri se hace para un costado, y con una carcajada, me palmea la espalda. Dale!! Yo sé que soy irresistible!! Si yo riéndose.jajaja. la conversación estaba entrando en un terreno que yo no sabía manejar, era la primera vez que me estaban interpelando por si me gustaban los hombres. Te movió la cabeza para todos lados como buscando a alguien, detectó que los otros dos compañeros estaban en otro árbol a unos 30 metros, entonces me mira y me dijo No te pongas nervioso, podemos charlar tranquilos, vos a mí también me gustas, si yo te gusto No tienes porqué ocultarlo. Solteo una sonrisa nerviosa y le dije, quién te dijo eso??? A lo que él respondió, ví como me mirabas. Esa conversación me estaba poniendo cada vez más incómodo, relájate, me aconsejó Teri. No sólo que no nos escucha nadie, Yo tampoco le voy a contar a nadie nuestra conversación. Se hizo un silencio incómodo durante unos segundos. Teri con mucho sigilo, con su mano derecha tomó mi mano izquierda, con vos hoy sabe me dijo ,damela. Toma mi mano y la llevó a su bulto. Despacito, relájate, me decía mientras con su mano guiaba a la mía para acariciar su paquete por fuera del pantalón. Por debajo de ...

... éste se sentía algo muy duro.shhhh!! Despacito despacito!! Me decía como muy suave mientras derribaba las barreras de mis prejuicios. Seguía guiando mi mano para acariciar su cacho del lado de afuera del pantalón. Con su otra mano levantó el pantalón, mi vista estaba direccionada a los otros dos compañeros por si nos veían los que teri estaba haciendo hacerle. Los otros dos habían aprovechado para recostarse debajo del árbol. Nadie nos veía y esto me empezó a tranquilizar. Dando paso a una excitación. No me había dado cuenta que teri había levantado su pantalón y ya direcciónaba mi mano a tocar directamente su pene. El hecho de sentirlo con mis dedos produjo en un choque eléctrico, suelta mi mano y con su vista me ordenaba a que yo lo hiciera sólo. Por dentro mío pensé porque no?? La tomé como para masturbarlo levemente, al tacto, me pareció grueso, dirígeme vista el, que estaba ya fuera del pantalón, era una morcilla, negro y grueso, como de unos 20 cm, apenas un poco más claro que negro, ese pito me estaba hipnotizando. Volteé mi vista para ver qué hacían los otros dos, seguían durmiendo a la sombra del árbol, seguí intensificando mi movimiento, a lo que sume la otra mano también, lo tome con las 2. Teri pasó su mano derecha por mí nuca, y con leves caricias, empujaba mi cabeza hacia ese monstruo negro. Instintivamente atiné a abrir la boca para meterlo ahí dentro, y chuparlo. Así fue, con un suspiro antes de introducirlo en mi boca le dije fíjate si viene alguien. el cidio ...