Esclava Rockera
Fecha: 18/11/2020,
Categorías:
No Consentido
Tus Relatos
Autor: juan bedeseme, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Marcela, tenía 21 años, medía 1,65 aproximadamente, era delgada, si bien tenia un buen cuerpo no tenia una cintura muy marcada, sin embargo, se veía bien. Tenía pelo, ojos verdes oscuros, y piel clara, de hecho, odiaba tomar sol. En esa piel resaltaban los tatuajes que tenía, además usaba mucho delineador oscuro, por lo que también resaltaba el verde de los ojos.
Por lo general vestía de negro, quizás algún detalle de color. Tenia un piercing en la nariz, y uno en la ceja que le adornaban el rostro, perfectamente. Generalmente usaba jeans, y remeras negras, con estampados de bandas de rock. Porque ese era el mundo que rondaba Marcela.
Vivía en un edificio de Buenos Aires desde que era niña. Era agradable, y conocía a todos. Siempre tuvo la rutina de saludar cuando pasaba. Saludaba a Marcos, un joven vecino soltero, Rubén, el portero, Matías, el de la despensa de enfrente, Carlos, el taxista al que siempre llamaba. Vivía en el departamento con su padre y Mateo, su hijo de 6 años. Su madre había fallecido hacia bastante tiempo atrás.
Mar (como todos le decían), tenía una relación en la que iba y volvía con su Novio, Martin, el padre de su hijo. Además de Martin, no tenía muchas relaciones sexuales. Algunas relaciones casuales, de alguien que conocía en un recital, o en un bar, con algún compañero de la facultad, algún musico, y eso era todo. Con quien más veces había estado era, con su ex novio, Martin.
Esa noche, Mar, había cancelado planes de ir a ver una ...
... banda con sus amigos, porque tenia que ir a la fiesta de fin de año del jardín de su hijo. Llevaba puesto un vestido negro, un poco encima de las rodillas, mostrando sus piernas y un tatuaje que tenía en la pantorrilla, además la espalda descubierta por lo que se podía apreciar el tatuaje en el hombro izquierdo, ambos le quedaban entre fuerte y delicado. Y es que esa era la belleza de Mar, siempre se veía femenina, elegante y fuerte a la vez.
Llego al teatro, reservo un asiento para Martin, su padre la iría a buscar a la medianoche, cuando la fiesta acabara. Se sentó en una butaca, de un lado una pareja, ambos de mas de 50 años, del otro lado, la butaca vacía. Martin estaba demorado.
La fiesta comenzó, los cursos pasaban sobre el escenario, primero uno, luego otro, y Martin no aparecía. Mar, perdía la paciencia, y si bien era agradable, también tenía un carácter fuerte, carácter de una madre soltera. Ya solo faltaba un curso, para que le toque actuar a su hijo. Estaba tan indignada que, sin pensar, tomo su cartera, y salió al hall del teatro. Saco su celular y llamo a Martin, mientras caminaba sin parar dando vueltas por el lugar, donde no había nadie.
Martin atendió, y Mar, discutió fuertemente con él, por su poca presencia en la vida de su hijo. Un encargado de limpieza le indico a Mar que baje la voz. Ella comprendió y sin perder el carácter bajo el volumen, pero no la intensidad y la violencia con la que estaba discutiendo. El encargado se dio vuelta y volvió a un ...