LA DAMA DE BLANCO - LA DIOSA GATA
Fecha: 07/12/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Tus Relatos
Autor: roberto, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Se inspira en parte en la vida y obra de mi Maestro Cándido Víctor D. Prado quien tuvo una Guía mujer que lo trasladó y lo hizo vivir en mundos paralelos y le transmitió enseñanzas maravillosas.
La sexualidad es sin dudas la fuerza más poderosa que existe en la Naturaleza, y permite la reproducción de los individuos de una especie. Tanto que muchas veces supera e inhibe al instinto de conservación que es la fuerza básica que está presente en todos los seres vivos y es responsable los infinitos modos de adaptación que han desarrollado los seres vivos a lo largo me miles de millones de años. Así a medida se van haciendo más complejos, su estrategia reproductiva se va haciendo también más complicada, por ejemplo en el ser humano, el instinto sexual está activo todo el año y no solo en época de celo además de la reproducción, la sexualidad sirve para estimular el placer y otras funciones como ser ayudar y apoyar al instinto de conservación. Pero en el hombre hay otra fuerza terrible que es su instinto guerrero de posesión de bienes, de esclavizar a sus congéneres, que hoy está tan fuerte como hace miles y miles de años. Y ha destruido familias, amistades, sentimientos, amores, tronchado vidas, dejado novias llorando desconsoladas, y en los Archivos Akásicos hay historias inconclusas que es necesario se neutralicen para que los protagonistas lleguen al descanso eterno.
Yo soy Roberto y ese día, como todos los hábiles de semana me dirigí caminando a mi trabajo en una ...
... agradable y fresca tarde de octubre (primavera en el hemisferio sur) El sol había bajado, una neblina extraña cubría la calle iluminada solamente por la luz artificial de alumbrado y los pocos autos o carros y transeúntes que aparecían eran fantasmas que cruzaban silenciosos a mi lado. Ya estaba acostumbrado, ganaba buen dinero, y el esfuerzo de ir y venir a mi trabajo no era mucho (10 15 minutos caminando) y yo disfrutaba andar esas cuadras, tenía que pasar unos largos minutos al lado de la reja del camposanto o cementerio, que a esa hora estaba cerrado, silencioso y solitario. Siempre he sido y soy algo fantasioso, y ahora a mi veintena hacia la treintena, era como si había aumentado mi percepción de los mundos extraños, algunos increíblemente bellos, praderas verdes, flores de todos los colores, pajaritos que trinaban, y cuyo canto es el sonido musical de una orquesta mágica.
Y otros mundos demoníacos donde animales y demonios tenían y tendían sus tentáculos listos para atrapar y enviar a los infiernos a los ingenuos desventurados que caían en sus garras fascinados por su canto de sirena, especialmente los pecados que derivados de hundirse en la sexualidad desenfrenada, que como caballos desbocados destruye reputaciones, familias y sociedades. Pero realmente no tenía miedo ni me interesaba conocerlos ni platicar con ellos, ellos y yo estábamos donde Dios nos puso y cuando Él lo decidiera me iría cantado bajito, haciendo mutis por el foro.
Estaba solo sin pareja, no ...