Nancy
Fecha: 12/12/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que empezaban a ponerse duritos, tal como me gustan. Yo. - hija dime qué tanto sabes de sexualidad... Nancy. - bueno no mucho pero sé lo básico. Yo. - y ¿¿¿nada más has tenido teoría??? ¿No has tenido práctica? Nancy. - ay papi cómo se te ocurre, no yo soy aún virgen, mira si te soy sincera, estoy buscando al hombre que me haga mi primera vez algo placentero y sin dolor, pero aún no empiezo tal búsqueda. Yo.- y ¿por qué no empiezas ahorita? Mi hija se quedó atónita ante mi cuestionamiento, por lo que ella no sabía qué decir así que me decidí a dar el primer paso, conquistar su corazón para luego conquistar su virginidad. Yo.- hija sabes tú eres muy bella y cualquier hombre daría la vida por tenerte a su lado, incluso yo, sabes me gustaría poder ser yo el hombre que buscas para aprender cosas del sexo. Al decir esto mi mano se posó sobre sus piernas tan bellas que tiene y ella estaba bien nerviosa, y me acercaba más y más hasta que por fin la besé tiernamente en la boca aunque ella se resistió con mi fuerza pude lograr besarla. Nancy. - mmmmm, ah papi pero esto no esta bien, tú no puedes ser el primer hombre de mi vida sexual es más ni siquiera en toda ella. Yo. - pero hija quién más te puede enseñar cómo es sin que te lastimen o abusen de ti Nancy. - sí papi pero engañarías a mamá y eso no me gustaría que ella sufriera y más por mi culpa. Yo.- pero hija yo no la engañaré es más, es mi deber ayudarte a enseñarte las cosas de la vida. Nancy. - sí papi pero... me gustaría ...
... pero no sé... Yo.- además no le diré nada si tú no le dices nada. Al terminar de decirle esto la volví a besar en la boca y ella ya no se resistió por lo que empecé a cambiar mi beso a un beso francés, mientras que mi mano empezó a subir de su pierna a sus ricos muslitos blancos como la nieve y que me estaban poniendo el pene en toda su erección máxima. Agarraba sus muslitos fuertemente y fui subiendo hasta llegar a la cuevita jamás explorada, y que yo haría mía, sobre su panty le fui acariciando suavemente, a lo que ella respondía con gemidos enloquecedores, mientras que mi pene salía de la bata listo para penetrar. Yo. - Nancy, mi vida, sabes me tienes a mil, mira cómo esta mi pene. Nancy. - ay papi a poco yo te provoque tal cosa, está muy grande y gordo, quizás no me cabrá en mi vaginita, está muy chiquita para tal cosota. Yo . - no te preocupes hijita yo sé cómo te cabrá entera y hasta pedirás más, vente vamos a nuestro cuarto. Nancy. - ¿nuestro cuarto? Yo.- sí o sea tu habitación, pero a partir de hoy ahí será nuestra habitación, lugar donde te haré y te enseñaré muchas cosas sexuales. Entonces la cargué en brazos como si fuéramos recién casados y le di un beso en su boquita muy tierno, pero ella trataba de meter su lengua, por lo que le dejé, mientras mi lengua también se metía en su boquita. Luego llegamos a la habitación y la paré a un lado de la cama, y me quité mi bata y todo mi cuerpo bien conservado lo vio ella. Nancy. - papi, eres el primer hombre que veo desnudo, ...