HISTORIAS REALES 4 “LA TARJETA” - Relatos Eróticos

HISTORIAS REALES 4 “LA TARJETA”

... boquita tratando de tragar lo más que podía. De su boquita se escurría parte de su saliva que no podía tragar Marcos al ver lo que su pequeño hijo hacía, coloco al niño de rodillas con la colita parada se puso atrás de él pasando su lengua por todo el orificio del pequeño provocando que se estremeciera, y se dio a la tarea de dilatarlo por mí; mientras yo cerré mis ojos disfrutando de la boca del pequeño. Marcos introducía su lengua luego intercambiaba por sus dedos uno a uno se fueron enterrando para dilatar ese agujerito. Ahora Mis manos guiaban la cabeza del pequeño, tratando de que tragara lo más posible de mi verga pero le provocaba arcadas al tocar su pequeña garganta y lo dejaba respirar. Marcos tomo su cámara al ver que tomaría fotos, el dije que fuera cuidadoso que no tomara mi rostro. Después de tomar las fotos que quiso, le tomo una foto al agujerito de su hijo, diciendo…. Marcos: ya está listo para ti, pero quiero grabar como te lo vas a coger… ¿me dejarías? Yo: el problema no es que grabes, el problema es que mi rostro se verá y eso no puede ser…. Marcos: no te preocupes voy a proteger tu rostro con un antifaz y puedes colocarte esta gorra Me puse el antifaz negro con la gorra para que mi rostro no fuera reconocido tan fácilmente me vi al espejo y efectivamente aunque grabara mi rostro nadie sabría que era yo. Quien se estaría cogiendo a su pequeño hijo. Marcos puso lubricante en el pequeño agujerito de su hijo, yo tirándome sobre la cama marcos me paso el ...

... lubricante, tomando una buena cantidad lo unte por toda mi herramienta y me quede quieto esperando. Yo: es toda tuya, ven y chíngate tú solo (agarrando mi verga y viendo al niño) Marcos empezó a grabar dijo no querer perder detalle de lo que fuera a pasar, el niño se subió sobre mí, montándome una vez más, sus manitas tocaron mi pecho, estomago hasta agarrar mi caliente herramienta. Coloque ambas manos atrás de mi cabeza poniendo atención a lo que hacía, el niño Poniéndose en cuclillas acomodo la cabeza de mi dura arma justo en la entrada de su pequeño culito, empezó a descender poco a poco. Sentí como ese pequeño agujerito empezaba abrirse para dar entrada a mi pedazo de carne, poco a poco traspase su anillo, la cabeza había entrado costo un poco pero cuando entro el niño cerro sus pequeños ojos, un leve gemido salió de su boca quedándose quieto. Adán: aaayyyy Yo: vas muy bien, sigue…. Adán: es muy grande, me duele un poco…. Yo: si te duele mucho paramos, tú decides…. Adán: no señor…. Si quiero…. Hacia mover mi verga para que su culito sintiera la cabeza dentro, el empezó hacer pequeñas sentadillas con lo que tenía dentro sacaba y metía un poco sin salirme. Como tratando de que su agujerito se adaptara al intruso. Después de estar un rato así, sin poder ver que mi herramienta avanzara, escuche de la boca del niño que ya se había cansado estar en esa posición, por lo cual opte por ayudarlo un poco. Hice que se saliera de donde estaba, me puse de pie frente a él en la cama le dije ...