UNAS VACACIONES DE DESCUBRIMIENTO DE MI OTRO YO, EL FEMENINO -PARTE-10
Fecha: 13/12/2017,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... y puso la tele mientras yo me ponía un conjunto rojo de lencería, con liguero, tanga, sujetador y medias negras. Luego me puse unos tacones negros y la peluca morena. El me miró y me dijo, “que guapa te has puesto” y le miré y le dije “gracias”. Entonces me pareció oir voces y le dije “baja la tele” y lo hice, y entonces hoy hablar a los vecinos y le dije “ya han vuelto” señalando a la habitación de al lado… Y el respondió “pues a ver si follan otra vez” y yo le dije “a ver…”. Entonces me fui al baño a maquillarme y le dije “anda, vete a buscar comida”, y dijo “bueno, espera, voy a ver si el chiringuito de la piscina está abierto”, y se asomó a la terraza. Luego se metió en la habitación, se puso un bañador y dijo, “ahora vuelvo”. Y se fue a comprar algo. Me metí en el baño donde tenía mis pinturas para terminar de transformarme y cuando me estaba pintando escuche los primeros gemidos, y dije “ale, a follar se ha dicho”. Les estuve escuchando mientras me pintaba y justo cuando salía del baño, abrió la puerta mi amigo, y le dije “ya están follando ...
... otra vez” y él dijo tras unos segundos de oírles, “joe, y vaya polvazo, no?” y le respondí “si, y me están poniendo cachondísima, sobre todo ella y sus gritos.” Dejó la bolsa en una silla y se desnudó. Yo me había empezado a masturbar de pie, por debajo del tanga y me miró y me dijo “les imitamos?” y le dije “joder, si, venga”, y empezamos a liarnos y a meternos mano para ponernos a tono. Enseguida el tuvo su polla a tope y yo me puse de rodillas en la cama para chupársela y masturbarle y me dijo “date la vuelta zorra” y entonces apartándome el tanga empezó a follarme. De vez en cuando parábamos un poco para escucharles y oir sus gemidos y sus gritos de placer y entonces nosotros lo hacíamos más fuerte intentando repetirlo, incluso yo repetía lo que le oía decir a ella, “venga, dame más”, “asi, asi”, “siiii”, “follame, follame” y cosas por el estilo. Al rato se corrieron entre gritos de placer y nosotros no tardamos más de un par de minutos más. Fue un gran polvazo a juego con nuestros vecinos. Y aún faltaba la noche, menuda la que nos esperaba…