1. Violé a mi Jefe


    Fecha: 10/09/2017, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Mientras que con mi otra mano le sobaba la verga. "No dejaré de hacerlo hasta que te parezca rico y me pidas más" le dije y seguí metiendo mi dedo y sacándolo con ritmo. El hombre jadeaba de placer y de dolor hasta que sentí que se iba a correr. Entonces de nuevo le dí una fuerte palmada en sus huevos y el hombre gritó. Yo estaba excitadísima violándomelo y jodiéndolo, sabiéndolo a mi disposición. Volví a introducir mi dedo con fuerza y seguí entrando y sacando. "Así sienten tus amigas cuando les das por el culo, así papito, así. Ahora soy yo la que te goza" Su pene volvió a ponerse duro, durísimo. "Te gusta??? Rico cierto??? Quisieras hacerme lo mismo...??? Pues bien..." Saqué mi dedo e introduje el lapiz en su culo hasta la mitad y yo me introduje la otra mitad en mi culito. Agarré sus piernas y sobre ellas me apoyé y comencé el viejo juego del mete y saca. Sentir que lo estaba violando de esa manera me excitaba mucho y mis jugos no dejaban de salir. Su verga se puso más tiesa. Yo seguí moviéndome excitada pero creí que romperíamos el lápiz, entonces me salí y le agarré su gruesa verga, me la introduje en mi vagina y comencé a cabalgarlo como loca mientras que mi mano derecha hurgaba el lápiz en su culo. El hombre se estremecía de ...
    ... placer y daba profundos gritos, monosílabos salidos de sus entrañas:"wouhgg...hummmaghs.mmaásgdfsufff." Yo rugía como una gata en celo hasta que tuve uno, dos, tres, cinco, siete orgasmos seguidos y el hombre se derramó completo en mi interior. Terminé dándole un beso profundo en su boca. "Papito, estuviste muy rico mi lindo". Le dejé el lápiz a mitad entre su culo, el hombre estaba exhausto, sin una sola fuerza suspiró profundamente. Me vestí y con unas tijeras corté su corbata para que se pudiera liberar. Temía por la reacción que tuviera y sabía que nunca podría volver a aparecerme por esa oficina. Le dije: "Nunca me había tirado a ningún hombre tan rico como contigo. Estuviste delicioso!!!" Y salí corriendo.El lunes siguiente a media mañana recibí una llamada en mi apartamento. Era él: "Señorita Ramírez no entiendo porqué no está en su puesto de trabajo! Preséntese inmediatamente". Temerosa y desconfiada volví hasta el siguiente jueves luego de que todos los días me llamara dos o tres veces para que me presentara a trabajar. Cuando me vio entrar cerró la puerta con seguro, puso el aviso de "cerrado" se arrodillo, me levantó la falda y clavó su lengua entre mis bragas, luego se quitó la corbata, me la dio y me dijo: "viólame de nuevo." 
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