Clases de piano 9
Fecha: 13/12/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues
... meneaba su culito pequeño pero bien formado, lo contoneaba para mí, entramos me desnudé y le dije que hiciera lo mismo, me miró divertida y en un dos por tres estaba como dios la trajo al mundo, su pubis ya presentaba bellos muy finos y claros, se los acaricie y ella inmediatamente cerró los ojos y abrió sus piernitas para recibir mis caricias, no le seguí, solo era exploración por mera curiosidad, cuando retiré mi mano ella abrió los ojos mirándome extrañada ‐ Hermosa tomemos un baño y durmamos un poco, ando agotado por el viaje y tal parece que Víctor quiere una noche larga ‐ Está bien papi, tu mandas Arrastro las palabras haciendo hincapié en el “tu mandas”, le brillaban los ojos, se veía feliz, radiante, cada que me volteaba a ver se sonreía conmigo, era el viaje que le había prometido y aunque se oiga vanidoso, el viaje que ella había soñado; no sé qué tantas cosas habrán pasado por su cabeza en ese momento, solo podía ver lo feliz que estaba de haber salido fuera de su pueblo conmigo. Entre al baño y ella ya estaba bajo la regadera, se veía hermosa toda mojada, con el agua escurriendo por su cuerpo de preadolescente, su cabello castaño claro totalmente pegado a su cuerpo, me vio y se sonrió, extendió sus manos en señal de invitación a entrar con ella, no me hice del rogar nos abrazamos bajo la ducha, era alta para su edad, más alta que las hijas de Rita, mi pene rosaba casi su pubis, solo era cuestión de agacharme un poco y lo podía poner sobre sus labios vaginales, y ...
... así lo hice, ella abrió sus ojos emocionada, nos besamos bajo el agua de la regadera, metía mi lengua y ella la recibía con gusto, me estaba empezando a emocionar, no quería cogérmela ahí, o mejor dicho quería cogérmela ahí lo más salvaje posible, pero tenía que ahorrar energías para la noche, no quería cansarme a medio camino; así que baje mi mano y toque su raja desde atrás pasando por el surco de sus nalgas, ella gimió ante mis caricias, la estimulaba con dos de mis dedos dentro de su raja, sentía la humedad de esta, que sumado al agua que escurría era un mar de humedad Si, si si Fue lo que guturó Ximena expuesta a mis caricias, la lleva hasta la pared de azulejos y la recargue, ella inmediatamente apoyo sus manos en la pared y separo sus piernas, dándome total acceso a sus genitales, mis dedos entraban y salía a mayor velocidad, ella colaboraba con sus caderas, las movía con maestría impropia de una niña de su edad, no pensaba en eso, solo en darle la mejor dedeada que yo pudiera hacerle. La separé un poco del chorro de agua y tomé el jabón líquido que ahí había, lo unte en su culo, ella volteo sonriendo a mis movimientos y volvió a voltear a la pared sin dejar de sonreír, cerrando los ojos y abriendo un poco su boca al sentir como mi dedo entraba en su culo, metí y saque un dedo para después meter el segundo, el tercero fue difícil pero no tanto, ella ya tenía un culo muy entrenado. Le saque todos los dedos de su culo, ella volteo a verme para ver que iba a hacer, con un ...