VIVENCIAS XIII - Relatos Eróticos

VIVENCIAS XIII

... ya enciende el motor: Prepararte hermanita que te van a dar una buena bañada de leche. Me sonrió y le contesto: Estas loco ¿cómo y dónde van hacer eso? Él no dice nada y se dirige a una especie de depósito, mete el carro, me da un beso apasionado en la boca como para despertarme, y me dice: Te conseguí unos tipos para verte gozar tal como lo hemos hablado he imaginado tantas veces. Mete su mano debajo mi falda y su dedo índice entra en mi rajita ya húmeda por todo lo que venía disfrutando minutos antes mientras echábamos gasolina al carro, disfruta: hecha un charco saca sus dedos y se los lleva a la boca para saborear mis jugos que tanto le gustan, saca la cámara fotográfica del bolso mientras tanto veo a través del espejo retrovisor cuando entra el otro carro que estaba estacionado al lado del nuestro esperando turno para llenar el tanque de combustible. Mi hermano abre la portezuela de mi lado y me da su mano para ayudarme a bajar, dentro del depósito hay cuatro hombres todos viéndome como lobos hambrientos, entre ellos están el chico que limpio el parabrisas del auto, el chofer del otro carro y dos tipos más que imagino venían con este último, mi hermano me hace girar sobre mí, mientras le pregunta: ¿Qué les parece mi mujer? El chofer del carro es el primero en hablar y le contesta, si esta tan divina como se ve, nos daremos un rico banquete. Mi hermano alza mí falda separa mis piernas de nuevo introduce su dedo índice en mi rajita sacándolo mojado mostrándoselo a ellos y ...

... diciéndoles: Observa cómo está de sólo haber disfrutado como tú y el chico que limpiaba el parabrisas disfrutaban de la vista que ella a propósito les dio. El que hablo se acerca y le pide permiso a mi esposo (ósea mi hermano) para meter sus dedos en mi vagina, él me mira y al guiñarle ligeramente un ojo en señal de aprobación afirma con un movimiento de cabeza, sin perder tiempo el tipo me monta encima del cofre de su carro que es el más cercano y abre mis piernas desaforadamente a lo que mi hermano le dice que se calme y me trate como una dama, él se disculpa y yo abro mis piernas para que pueda ver, oler y disfrutar la humedad de mi vagina, mientras lo hago les digo: Señores yo no tengo tiempo que perder, no vine hacer relaciones públicas, sino, a tener sexo con ustedes, así que si cargan preservativos en la cartera sáquenlos y téngalo a su alcance, sin eso ni siquiera se acerquen a mí. Quiero sentir sus lenguas y vergas a ver que tanto placer logra hacerme sentir. El chofer del carro muestra el condón que lleva consigo y dice enseguida: Así habla una hembra, ahora déjame probar si sabe tan divina como se ve. Mete su cabeza entre mis piernas iniciando un recorrido por mis labios mayores disfrutando el jugo que ha chorreado en ellos, un suave gemido escapa de mi garganta y mi hermano con cámara en mano comienza a grabar la escena, los otros tres se acercan uno de ellos quita mi blusa y brassier se apodera de mis pechos, tocándolos suavemente haciendo mis pezones responder ...