1. Noche en Cartagena


    Fecha: 31/01/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Hernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... esperar, el morenito me quito el traje y se intereso otra vez a mi cola. Comenzo a jugar con su lengua en mi hoyito. Me enloquecia. Muy pronto senti el calor de la cabezota de su pene. "No !...No !...", empeze a decirle, pero mi cuerpo en realidad iba al encuentro de su rica pija... Sinti un fuerte dolor, que en muy pocos minutos me parecio mas soportable...
    
    Recuerdo gritar de placer, arrancar una roca con mis manos, como buscando aferrarme a algo, mientras el negrito bombeaba con mucha fuerza y tomaba con sus manos mis pezones, y mordia mi oreja. Me decia : "Te gusta, putita ?... Movete... La sientes dentro ?... Qué rica cola tienes, putita !"  El joven macho negro me cogio asi unos diez minutos, sin bajar el ritmo de sus embestidas. Su respiracion acelero y la fuerza que ponia para penetrarme aumento. De golpe el joven se paro y senti que retiraba su pene de mi interior. Que sensacion deliziosa... Aferrando su pollon, el morenito empezo a masturbase por encima de mi cara. Veia su ...
    ... estupenda verga inflada resbalar debajo de su mano. Luego de jarlala pocas veces su pija lanzo un chorro enorme. Su leche se derramo sobre mi rostro. Habri mi boca y, gozoso, junté con mi lengua el semen caliente y espeso que cubria mi nariz y mis labios. Veia de cerca como la cabezota de su pene negro, largo y grueso, brotaba una leche muy blanca. Qué corrida !  Disfrutaba como nunca el rico sabor de ese extraordinario semen de joven macho. Y sentia como mi pene, estimulado, parecia a su vez a punto de explotar. El joven negro acerco sus labios a mi boca, y probo el sabor de su propia leche. Luego su boca bajo hacia mi miembro erecto. Tragando la cabeza inflada de mi pene, el joven recibio mis chorros sin dejar escapar la minima gota de mi leche. Nos dimos un beso donde intercambiamos nuestros fluidos. Y nos quedamos alli, abrazados y satisfechos, por un buen rato. Mas tarde, el joven me cogio otra vez, siempre con la misma fuerza. Y lleno mi interior de su leche caliente. Qué noche de locura ! 
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