Madre, dos hijas: Los tres postres
Fecha: 15/12/2017,
Categorías:
Confesiones
Anal
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... sensual o sexual: Tony, que rico es sentir tu corrida en mi culo. Ana, como mujer de experiencia se tomó todo el tiempo, nos bañamos juntos, me aseó y limpió. En la tina me ha dado otra mamada y también descubrí lo de sus implantes. Tetas firmes de silicona, pero sensibles, pues disfrutaba cuando se las mamaba a placer. Ella debería haber estado tan sensible, que mientras nos caía agua caliente mi verga se hundía en su pequeña panocha y tuvo un orgasmo que solamente gimió sorpresivamente y grito: ¡Tony, que rico, que delicioso me has hecho acabar! Después de aquello, hicimos de todo y Ana me mostró sus juguetes sexuales, los cuales usamos en diferentes segmentos de nuestro encuentro. Hicimos doble penetración: ya sea ella con mi verga en su culo, mientras se masturbaba con un consolador, o el consolador en su culo, mientras le taladraba su concha. La verdad que le eché cuatro palos en seis horas y ella tuvo orgasmos múltiples que no creo que ella tenía una cuenta exacta. Fue una noche de placer que no supe cuando llegaron las horas de la madrugada y me he vestido y he salido con un beso de Ana en los labios. Ella me ha acompañado hasta la puerta y me he ido con esa sensación de una buena faena hasta que de repente suena mi celular. No sé de quién se trata, pero al otro lado se escucha una voz femenina diciendo: - ¡Tony, no lo puedo creer! - ¡Disculpe! ¿Con quién hablo? - Tony, soy Angie, la que te cogiste hace más de un año. - ¿Angie? - Sí, soy la hija de Ana, a quien te ...
... acabas de coger… - ¿Y por qué dices eso? - ¡Porque te he visto salir hace un minuto de mi casa! - ¡Lo siento Angie, yo no lo sabía! - ¿Cómo no te ibas a dar cuenta? ¡Mi foto está a la entrada de la sala! - ¡Lo siento! No supe cómo evitar a tu madre. - Era de solo decir: ¡Lo siento! y alejarte. - ¡No quise que tuviera sospechas! - ¿Qué importa ya? Te pido no pises ni la banqueta cerca de mi casa. Por favor, aléjate de mi madre. Realmente no quería causar ninguna ruptura entre madre e hija, nunca lo deseé, no era mi intención: ¿Cómo imaginarlo? El problema es que no todo termino ahí… Un día meses después, voy con mi hermana a un restaurante y las veo. Veo a Angie y a su madre Ana y porque me ven con otra mujer me da la confianza que me van a ignorar, pero resulta que la otra chica, la hermana de Angie e hija menor de Ana, me reconoce y llega a mi mesa a saludarme, como queriéndole dar celos a mi hermana, que para ella será otra de mis amantes. Mi hermana simplemente se ríe y le dice a Karla: “Si mi hermano tuvo una aventura amorosa contigo, es muy de él y yo no intervengo en la vida de mi hermano. No hagas esta escena, que eres una chica muy linda para hacer un ridículo”. Karla, a quien no reconocía por su cabello negro como el de su madre y hermana, pues yo la conocí con un tinte rubio, pensando que era una autentica rubia, pues su piel es más clara, por no decir blanca: hasta ese día supe que la otra chica de la foto en la sala de Ana, era Karla, de quien no recordaba su ...