El juego del parchís
Fecha: 16/12/2017,
Categorías:
Masturbación
Sexo en Grupo
Lesbianas
Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster
... suelta a sus instintos. Pero lo peor fue cuando noté que mi polla también empezaba a ponerse dura sin remedio. Intenté dejar la mente en blanco pero era inútil. Me estaba excitando, y cuanto más hacía por evitarlo, mayor era mi erección. Laura se percató de ello y le dijo a mi novia en voz alta:-¿Qué te parece, Mónica? Tanto protestar hace un momento y mira ahora cómo están los dos. Apuesto a que si les mandas parar no te obedecen.Concluyeron los cinco minutos y por suerte Andreu logró aguantar sin correrse, aunque después me confesó que no hubiera resistido ni veinte segundos más.Ahora venía la parte más difícil, sobre todo para Andreu. Aquí podría deciros que la situación me m*****aba o me producía rechazo, pero mentiría. La verdad es que, por más embarazosa que fuera la idea de que me la chupara un hombre, sentía una extraña excitación que ni yo mismo podía entender. Tenía la verga dura como una barra de acero y sólo deseaba que Andreu cumpliera su castigo. Pero eso no era todo: Andreu exhibía una polla tan tiesa o más que la mía y, viendo su cara, costaba trabajo creer que aquello le desagradara, sino más bien lo contrario. Nadie hablaba, ni siquiera las chicas, que ahora nos observaban con una expectación morbosa. Acaso dudaban que Andreu fuera capaz de cumplir su delicada misión y preferían no ponérselo más difícil con sus comentarios jocosos. O quizá la calentura que las invadía no les dejaba articular palabra.Me senté en la misma posición que antes había adoptado ...
... Andreu y separé las piernas para dejarle espacio. Entonces él se arrodilló delante de mí y observó mi tranca, que para entonces no sólo estaba increíblemente erecta sino que ya empezaba a expulsar por la punta una gruesa gota de líquido transparente. Andreu parecía haber entrado en una suerte de trance hipnótico. Se inclinó lentamente atrapando mi polla con su mano derecha. Lo que hizo a continuación nos dejó a todos estupefactos. Comenzó a presionarla con los dedos desde la base hasta la cabeza, provocando que saliera un reguero de líquido transparente por el orificio de mi amoratado glande. Entonces acercó su boca y le dio varias pasadas con la lengua hasta dejarlo limpio. No me había recuperado de la impresión cuando vi mi verga desaparecer entre los labios de Andreu, que la engulló hasta donde pudo de un bocado y la retuvo un instante dentro de su boca presionando el tronco con los labios. Volvió a sacarla lentamente pero manteniendo la presión, y cuando sólo le quedaba dentro la punta sentí la caricia de su lengua recorriendo por todas partes la cabeza de mi polla. Repitió la misma operación al menos cinco o seis veces, pero con una lentitud que me permitía sentir plenamente cada uno de sus movimientos y me hacía delirar de placer, aunque intentaba disimularlo a duras penas. Andreu se sacó mi verga de la boca y procedió a pasarle la lengua varias veces, como si fuera un helado. Luego me la inclinó hacia atrás y se entretuvo un rato chupando mis testículos y metiéndoselos en ...