José! Te fuiste y te la perdiste...
Fecha: 12/02/2021,
Categorías:
Primera Vez
Tus Relatos
Autor: Pedro, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... ponérmelo en la boca chuparlo y acariciarlo. Tenía un sabor tan rico que nunca había sentido, José me tomaba con sus manos de mi cabeza y me ayudaba a subir y bajar lo poco que podía meter esa cosa dentro de mi boca, era algo impresionante. Le pasaba mi lengua por todos lados y trataba de poner un poco de esa cabeza dentro de mi boca, me pasaba mis labios y mi lengua por toda su extensión llegando a sus enormes huevos, sabía que te iba a gustar mi poronga me decía con voz muy cadenciosa mientras me acariciaba la cabeza. Con sus manos me fue corriendo, para que me subiera encima de él y sin dejar de chuparse la, pudiera yo quedar haciendo un 69 ofreciéndole mi colita que tanto le gustaba. Encima de él en ningún momento le deje de chupar y él llevo su boca a mi agujerito y comenzó a lamerlo, yo estaba en el mejor de los mundos. Me brotaba mucho líquido preseminal de mi pito, mientras que José no paraba de chuparme la cola con desesperación, todo esto a mí también me desesperaba y se la chupaba con más ganas, de repente me introdujo una falange del dedo índice, esto pareció como qué hubiera metido los dedos en El enchufe, me hacía tiritar de la emoción lo que me estaba provocando José. Fue introduciendo más aún su dedo acá que lo introdujo por completo, y comenzó a meter y sacar meter y sacar, me estaba cogiendo con su dedo, en ningún momento dejé lo que estaba haciendo. Con su otra mano comenzó a masturbarme, su poronga parecía que iba a reventar, al parecer los dos íbamos a ...
... explotar en cualquier momento, y unos fuerte jadeo de parte de ambos afirmó el presagio. Explotamos los dos Yo en ningún momento aquí mi boca de la punta de su poronga tragándome hasta la última gota de semen que de ella brotaba, y las mil hormigas en mi cuerpo hicieron lo mismo, sacar el dedo de la otra mano de mi agujerito. Qué sensación impresionante por Dios!! Sentía como la leche de José pasaba por mi garganta, y por nada del mundo quería soltar ese mástil de carne que me estaba chupando. José se levantó y me incorporo quedando los dos parados al costado de la cama, me abrazó y comenzamos a besarnos en la boca, nos acariciamos mutuamente pero mis manos sólo acariciaban su semejante herramienta que había perdido solamente un poco de dureza, al igual que la mía, esos besos que nos estábamos propinando, que mantenían firme la llama de la pasión.Los dos estábamos extremadamente caliente y nuestras pijas estaba llegando a su dureza máxima nuevamente. Sin parar de besarnos despacito José me fue dando vuelta para que yo me entendiera boca abajo en la cama, José se colocó detrás mío y llevó su boca a mí agujerito comenzó a chupar lo y a pasar su lengua, recorría mi zanja y se detenía en el agujerito, Yo sólo lo dejaba hacer, con sus manos se pagaba mis nalgas. Introducir lo más que podía su lengua dentro de mi ser. En un momento se detuvo, si colocó bien encima mío, estacionó su semejante monstruo a lo largo de mi zanja, y comenzó a practicar un vaivén a lo largo de esta, colocó ...