Confesiones íntimas de una suegra revindicada sexu
Fecha: 01/09/2017,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Sexo Duro
Autor: pepitito, Fuente: xHamster
Querido diario íntimo. A ti que has sido el receptor de mis amargas reflexiones de los últimos años, te escribo estas letras para contarte lo dichosa que hoy me siento después de haber vivido en estos últimos días una experiencia que me ha devuelto mi autoestima como mujer.Estuve tentada de contárselo a mi querida amiga Claudia, receptora y confidente de toda mi vida, pero dudé mucho por la persona involucrada, pensando que ella no podría mantener el secreto, lo cual sería fatal para mi familia. Por eso, y porque me siento tan feliz que no puedo callarlo, por lo menos me veo tentada a escribirlo para recordarlo cuantas veces lo necesite.Todo empezó hace más de una semana cuando después de una noche tremenda donde no podía dormir pensando en lo triste y aburrida que resultaba mi vida sintiéndome una vieja olvidada, por la mañana me despertó el timbre de mi departamento. Era mi yerno. Muy sorprendida abrí la puerta y me lo encuentro muy sonriente diciendo que pasaba cerca de mi casa y sintió deseos de saludarme. Esa sola enunciación después de la noche que había pasado, me robó el corazón.Yo estaba con el pijama puesto aún, y como tú sabes duermo sin corpiño. La tela del pijama es muy liviana y trasluce, por lo que seguramente él pudo observar mi cuerpo en detalle. Un raro sortilegio se produjo, pues muy suelto de cuerpo me echó un piropo exaltando mis formas. Imagínate, no lo podía creer y menos oírlo de parte de mi yerno que nunca había insinuado ningún avance al respecto. ...
... No lo podía creer y traté de que la cosa quedara allí, pero de una forma u otra el volvió sobre lo mismo. Creerme que dudé si cortarlo o seguir su locura, pero me tomó con las defensas bajas y acepté su propuesta. Te diré que por un momento pensé en mi hija y lo que haría si se enterara, pero el deseo y la pasión pudieron mucho más. La presencia en solitario de ese hombre tan joven me cautivó y derribó todos mis prejuicios.Fue mirarnos a los ojos y liberar los instintos pasionales. Nos abrazamos y comenzamos a besarnos con una desesperación como dos amantes que hace tiempo no se veían. Sus labios se pegaron a los míos y nuestras bocas se abrieron para que nuestras lenguas se entrelazaran en un juego que duró largos minutos, mientras sus manos se solazaban dándome apretones en mis nalgas que permitieron que mi sexo y su verga se juntaran en una aproximación letal para mis olvidados deseos carnales.Todo se precipitó, tomados de la mano rápidamente marchamos al dormitorio en donde las sábanas todavía tenían los restos de mis lágrimas nocturnas. Fue una vorágine en donde fui perdiendo la noción de las cosas. De lo que recuerdo es que me vi desnuda en mi cama y mi yerno mirándome como si fuera la primera vez que viera una mujer desnuda. Temí, por un momento, que su arranque pasional se desvaneciera cuando pudiera observar el cuerpo de una vieja como yo, que aunque se cuida físicamente no puede ocultar sus arrugas y algunos defectos propios de la edad. Por fortuna para mí, nada de ...