1. Me indujeron a ser esclava sexual (I)


    Fecha: 30/12/2017, Categorías: Dominación No Consentido Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... de verdad no deseaba hacerle daño a esa maravillosa verga que ahora adoraba y deseaba con mi vida. Me las pellizco bastantes veces, yo poco podía gritar, con su verga aun en plan de mordaza en mi boca. Comenzó a alternar pellizcos fuertes con bofetadas en mis tetas. De mis ojos aun salían lágrimas, producidas por el dolor, pero estaba lejos del llanto, más bien, lo disfrutaba sobremanera, y si no, pregúntenle a mi cuquita, que estaba totalmente derretida por el trato al que yo estaba siendo sometida. Y hablando de mi cuquita, al rato de castigar mis tetas, esa zona fue la siguiente. El comenzaba a pellizcar mi depilado pubis, los labios vaginales los estiraba, pero fuertemente, produciéndome bastante dolor, y muchísima excitación. También recibí sonoras palmadas en esa zona, durante un buen rato, hasta el punto en que solo sentía un fuerte ardor en mis carnes vaginales. Una vez se hartó de esa posición, se levantó, me escupió en la cara, y me ordeno ponerme de pie. Yo obedecí su orden, aunque a duras penas, al tener los brazos atados. Pero lo logre. Me tomo, y me inclino sobre una mesa en mal estado que había en el lugar, y ya con mi culo bien ofrecido, me metió su enorme polla de golpe, hasta el fondo. Intente gritar, pero el dolor que había sentido era tan fuerte, que solo lograba mantener mi boca abierta, privada del dolor. A él si le escuche gritar, aunque no fuertemente. Mi agujero anal, estaba bastante cerrado, y al meter su largo verga en él, sin ningún tipo de ...
    ... lubricación, de seguro que fue bastante doloroso, para ambos, aunque más para mí que para él. Estuvimos unos minutos así, yo privada y congelada por el dolor, el con su verga inmensa toda dentro de mí, inmóvil, pero no por mucho, ya que tomo mis caderas y comenzó a sacar su enorme verga, poco a poco, para luego meterla de nuevo, poco a poco también. Fue aumentado el ritmo, hasta que al rato, él ya me estaba dando como cuando me follo la boca en el piso. Yo poco a poco me fui recuperando del dolor, aún era bastante fuerte, pero la excitación venida después, fue indescriptible. –así, así, métemelo todo, cógeme el culo, soy tuya, te pertenezco –era lo que decía, con una voz bastante chillona, mientras él me decía –ahhh furcia, eres una puta deliciosa, no me equivoque contigo, eres una auténtica delicia para los que nos gustan los pasajes estrechos… Luego de un rato siendo desvirgada por el culo, me coloco de rodillas, nuevamente, recostando mi cabeza del piso. Me la clavo en mi cuca encharcada. Ahí si no sentí dolor, sino un gran y delicioso placer. Comenzó el delicioso vaivén mientras yo le gritaba que me diera más fuerte, más duro, le gritaba que era una puta, una perra en celo, que solo servía para eso, que me gustaba todo lo que me estaba haciendo, y que no se detuviera. Le decía que estaba muy agradecida por lo que me estaba haciendo. Lo más sorprendente, al menos para mí, era que todo lo que le decía, lo decía en serio, desde lo más profundo de mi alma, de mi corazón y de mis ...
«12...91011...14»