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Mi madre el perro y yo
Fecha: 01/01/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hola amigos voy a narrar mi historia con el seudónimo de Selene y ustedes serán quienes determinen de quien herede lo puta Pues bien a muy temprana edad me inicie en eso de la actividad sexual y siempre he sido yo la que decide con quien coger ya que si algún chico me gusta en la primera cita termino cogiendo pero la mayoría de las ocasiones dichos chicos resultaron grandes fraudes con muy pocos pero muy pocos logre obtener un buen orgasmo y cierta ocasión temporada de vacaciones de verano me rehusó salir con la familia pretextando tener asignaturas pendientes en el colegio edemas de ofrecerme a cuidar el gran perro de la familia pero lo que yo en realidad tenía en mente era poder salir todas esos días a coger sin el pendiente de los horarios o no llegar a casa pero un acto fortuito le dio un enorme giro el que por cierto me dio la oportunidad de conocer mi verdadera adicción por el sexo Con la intención de aprovechar el mayor tiempo cogiendo con algún chico a eso de las diez de la mañana voy al patio trasero para atender al perro que con cierta inquietud esperaba sentado que le proporcionara su alimento y por su postura note que asomaba la punta de su verga note lo gruesa y roja que es además de puntiaguda y por lo morbosa que soy comencé a acariciarlo ahí mismo viendo cómo iba saliendo el resto de su verga y confieso que me lamí los labios al ver lo enorme que es calculo que le mide más de veinte centímetros pero lo que mayor impresión me causo fue ver que en la base se le ...
... formen dos enormes bolas, ninguno de los chicos con quienes he cogido podría competir en tamaño con la verga de mi perro y aunque dicho evento me calentó me retire de ahí para tomar la ducha y mientras lo hacía no deje de pensar en la enorme verga del perro y hasta me masturbe ligeramente imaginado lo que se podría sentir al coger con el perro y que efecto tendrían sus bolas si en que esas también la introducía, hasta ese momento yo era una total ignorante en esa materia no tenía la menor idea para que le servían y si en realidad las metía así que no espere mas y medio me vestí y lleve al animal a la cochera para comprobar si el perro querría coger conmigo No tenía la menor idea de cómo iba a reaccionar el animal al verme desnuda así que me quite la bata que me cubría y el perro que hasta ese momento solo me miraba con vacilantes pasos llego hasta mi y comenzó a oler mi vulva la que por cierto ya se encontraba saturada con mis fluidos y después de oler paso su áspera lengua lamiendo mis jugos, lamio y lamio mientras yo me estremecía con ello y cuando ya no hubo mas jugos que lamer el perro se paro en dos patas moviendo su cuerpo como si estuviere cogiendo y yo de momento quise colocarme a gatas pero me dio temor que me fuera a meter su enorme verga por el culo así que busque con la mirada en que colocarme y cómo hacerlo para que no me fuera a romper el culo y encontré un banco donde me senté adoptando la posición de misionero y con las piernas bien separadas al perro le costó ...