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Mi esposa devorada por mi amigo
Fecha: 03/01/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... sujetándole con una mano. Siguió intentándolo un poco más pero antes de entrar del todo Miriam se retiró diciendo: en serio, no puedo, lo que sea menos eso. Dicho esto, mi amigo se levantó, se colocó delante y le dijo: está bien, pues entonces abre la boca. Mi mujer se arrodilló de nuevo delante de él e hizo lo que le decía. Mi amigó cogió una camiseta que había y ató las manos de mi mujer por detrás de su espalda y después la agarró del pelo y empezó a culearle la boca. Al principio lentamente le metía y sacaba sólo la cabeza y poco a poco cogío velocidad y empezó a penetrarla hasta lo que la garganta de le permitía. Ahí estaba mi amigo metiéndole en la boca todo lo que podía mientras mi Miriam, con la falda levantada, el culo al aire, las tetas fuera de la camiseta, las manos sujetas a la espalda y jadeando sin parar, intentaba respirar y no ahogarse con el pico de mi amigo. Después de tres o cuatro arcadas y cuando Miriam parecía no poder más, mi amigo se la sacó de la boca y, sujetándola firmemente del pelo, le echó una abundante corrida por encima. Miriam había intentado quitarse pero al estar maniatada y sujeta del pelo, no pudo más que intentar no ahogarse con el semen de mi amigo. Cuando mi amigo la soltó y por primera vez desde que había empezado todo aquello, mi esposa dijo algo coherente y que me había sido familiar hasta ese día: eres un caliente de mierda mira como me has puesto. Tenía la cara, el pelo y el pecho llenos de semen y escupía también los resto que le quedaban en la boca. Después de esto no paso nada más. El efecto del alcohol empezó a disminuir y nos fuimos dando cuenta de todo. Nos vestimos y nos fuimos de allí sin articular palabra calculando la magnitud de nuestros hechos y muertos de vergüenza ante la situación. Una vez en el auto empezamos a discutir sin parar (porque has hecho una cosa asi, porque me has mentido... porque no me has detenido...) y miles de preguntas que no tenían respuesta.