1. v) El día a día


    Fecha: 07/01/2018, Categorías: Gays Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... sabían que los dos podían quedar satisfechos. Ahora esperaría a que mi padre quisiera llevarme a su cama, quería sentir su verga penetrándome, la polla tan deseada desde hacía tanto tiempo, la más ambicionada sería mía también. El que me preocupaba era José y tome la decisión de que este mismo día conseguiría sacarle lo que le pasaba, cuando llegué papá estaba con Óliver y Rafa en el huerto, trabajando los dos a las órdenes de papá. José estaba en la cocina preparando la mesa para comer, le di un beso y miré su cara, no estaba mal. Rafael fue el primero que entró y llegó hasta mi, no me besó me pego un azotito en el trasero. -Arriba tengo la pomada que me pediste para José. -hoy tenía el examen de las materias reprobadas y no me contaba lo que había pasado. -¿Cómo ha ido el examen? -soltó una carcajada a la vez que José. -Ves, te dije que Alonso preguntaría, pero no pensé que tardara tanto…, muy bien, creo que hasta tendré buena nota. -los dos continuaban con sus risas, lo último que quería era que cualquiera de ellos repitiera curso. Me había matriculado para tercero y Oliver empezaría primero, entre mis afanes estaba el de que todos cursáramos unos estudios que nos permitieran ganarnos la vida. Ayudé a preparar la comida y parecía que reinaba una buena armonía, hablaban entre bromas de lo mucho que nuestro padre los hacía trabajar. Después de recogerlo todo le pedí a José que subiera conmigo, quería verle las quemaduras, aplicarle la nueva pomada y hablar con él. ...
    ... -Desnúdate, no creo que sigas teniendo vergüenza de mí. -con cierto recelo se fue desnudando hasta quedarse con el slip. -Quítatelo también. -Pero si ahí no estoy quemado. -protestaba sin bajárselos y se los sujeté por la cinturilla deslizándolos. Apareció un pene normal, como el de Rafa más o menos, pero más blanco y con el glande encapsulado en un prepucio del que le sobraba un pedazo, la piel era muy delgada y se veía la silueta del glande alargado, perfectamente delineado bajo la piel del prepucio. La bolsa escrotal también le colgaba tan larga como el pene conteniendo sus testículos como huevos de paloma completamente redondos. -Si eres perfecto, no comprendo tu manía de ocultarlo. -se lo cogí con la mano y el pene pareció cobrar vida. La tenía calentita y era tan suave como pensaba. -Imagino que te masturbaras alguna vez. -tenía que hacerlo, recordaba cuando Óliver dijo que una vez se la había agarrado a él. -Sí que lo hago, pero me duele cuando quiero penetrar a una chica y meterla en un culo es imposible, por eso no podría penetrarte a ti como hacen ellos. Lo moví para sentarlo en la cama y le abrí las piernas, tenía la misma profusión de vellos oscuros como los demás miembros de mi familia. Me centré en su polla y empecé a mover la mano lentamente, mirándole a los ojos, cuando se le endureció, y tardó un minuto escaso, le deslicé el pellejo del prepucio, bajaba con cierta dificultad pero sin problemas hasta que gimió y me sujetó la mano para que me detuviera. Era el frenillo ...
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