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Anita enfiestada en plena fiesta
Fecha: 07/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Podía ver que mi esposa estaba ardiente esa noche. Volaba de calentura y se veía con ganas de lucirse y provocar en esa fiesta que nuestros amigos daban en su casa.Se había puesto un vestido muy sensual; de color negro, de una sola pieza; la espalda al aire, con un increíble tajo al costado, por donde se asomaban sus interminables torneadas piernas.Ana, que sabía lo mucho que me excitaba verla con esa ropa, me advirtió que se había puesto una breve tanga negra atada con cordones de seda y que esperaba que yo los desatara cuando regresáramos a casa…Cuando llegamos, la reunión estaba de lo más animada y con Ana nos mezclamos entre mucha gente desconocida y algunos amigos que ni esperábamos encontrar allí esa noche.Después de un par de horas y cansado de bailar con mi sensual mujercita; me puse a discutir sobre economía con unos amigos, mientras ella seguía en la pista de baile con otras esposas.Un rato más tarde, con muchas piezas de baile encima y algunas copas de más; Anita se me acercó y me pareció verla mareada y algo dispersa. Le pregunté cuántas copas llevaba y no supo decírmelo. Tenía la mirada un poco turbia y lucía descontrolada.La abracé, decidiendo que ya era de llevarla a casa; pero entonces comprobé que apenas podía mantenerse en pie. El anfitrión se acercó a asistirme y entonces llevamos a Ana entre ambos hasta una habitación en el primer piso; donde la acostamos en la cama hasta que se recuperara.Me quedé con ella, asegurándome que se encontraba bien. Su ...
... respiración se había normalizado y tenía los ojos cerrados. Decidí dejarla descansar, disfrutando de su sueño etílico.Después de contemplarla un rato, cerré la puerta de esa habitación y regresé a la fiesta, a reunirme con algunos de mis amigos.Continué discutiendo sobre política y economía; acepté un desafío para jugar al pool con unos conocidos y disfruté algunos tragos mientras observaba el balanceo sensual de algunas esposas desatadas en la pista de baile…Me acerqué por última vez a la barra, para pedir otrotrago antes de ir a despertar a Anita. El camarero me dijo en plan confidencial que había oído a varios hombres comentar entre sí la juerga que se había armado con una esposa en los dormitorios.Yo sonreí, sin imaginarme que Ana podía ser “esa” esposa…Subí las escaleras para ver si mi dulce mujercita se había recobrado. Al llegar a la habitación donde la había dejado me puse a temblar; ya que la puerta estaba entreabierta y de allí adentro provenían unos sonidos que eran tan elocuentes como inconfundibles.Me acerqué despacio y en silencio; encontrando lo que ya me temía: un hombre desconocido con los pantalones bajos, penetrando a mi delicada mujercita…Lo que me dejó helado no fue la violencia de sus empujones sino el ver cómo ella tenía enroscados sus talones tras las rodillas de él; señal de que Anita estaba aceptando recibir esos embates de ese desconocido que la cogía sin demostrarle misericordia.No reaccioné; me quedé allí quieto, mientras ese tipo alcanzaba un orgasmo y ...