Preámbulos fiesta fin de año 2016
Fecha: 08/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos
... lo que tocaba, si él quería yo también. Estuvo un rato murmurando y al final me dio la razón, le dije que además lo mismo si nos enrollábamos todos con todos, podía pasar cualquier cosa, porque Carlos nos había avisado que todas las mujeres que iban eran bisexuales y de los hombres varios. El camino se hizo tortuoso para mi cabeza. Estaba tranquila en parte porque ese día solo estaría Carlos. El miércoles llegarían a lo largo del día todas las parejas menos una que llegaría el viernes 30. En el momento justo que tomamos la carretera que nos llevaría al lugar en pocos minutos, mi agitación fue anormal, menos mal que Juan me tranquilizo y me recordó la vez que fuimos a conocer a Carlos que me paso igual y luego no fue para tanto. Al llegar vimos un vehículo nuevecito de color azul brillante, muy buen coche que de eso entiendo porque me gustan. Apareció Carlos y nos saludó con la mano, fue verle con su sonrisa seductora que me tranquilice instantáneamente. Nada más bajarse Juan se quedó mirando el coche que era un suv, era de Carlos tenía menos de un mes, si el otro era bonito este bastante más. Pero muy grande muy aparatoso. Estábamos Juan y yo, tan tranquilos, tan contentos saludando a Carlos y charlando con él, que cuando de pronto aparecieron dos hombres que se acercaron nosotros, Juan se quedó mudo, dándoles las manos de forma aturullada. Eran Rober el chico que yo tenía cierto interés, se veía más jovencito de lo que yo esperaba, pero con un señor cuerpazo, bien formado, ...
... no tan musculoso como Carlos, pero prometía, aunque se le veía un poco fuera de lugar. Conociendo a Juan sé, que Rober no le llamo la atención y luego en la habitación le conté quien era y porque estaba allí. El que si le llamo la atención fue Aníbal (nombre ficticio) era compañero y amigo de Carlos, de la misma edad amas o menos, fuerte y fibroso, cuerpo muy bien cuidado, era negro y hablaba perfectamente el español sin deje, ni acento. Supe que a Juan no le había hecho ninguna gracia, no es que sea racista, pero tenía sus pegas y con respecto a mis preferencias y fantasías nunca estuvo lo de hacérmelo con un negro. Descargamos nuestro coche y entramos en la casa que estaba con un buen calorcito. Esa situación alteraría lo que yo había venido pensando en el viaje, en una noche de sexo desenfrenado con Carlos y con Juan, pero por el careto de mi marido, sabía que esa noche ni con él a solas. Habían traído unas pizzas que las hicimos cenando todo juntos. Los tres eran muy graciosos, nos reímos muchos y al final hasta Juan también se reía, pero no lo suficiente para cambiar su ánimo. La tertulia nocturna hizo que el tiempo se nos pasara volando y Juan dijo que nos íbamos a dormir. Al final nos levantamos todos y nos fuimos cada uno a su habitación. Una vez solos en nuestra habitación, juan me confirmo lo que yo ya sabía, no le había hecho mucha gracia la presencia de Aníbal y sobre lo de Rober me dijo que se lo tenía que haber contado antes. Se palpaba en el aire su aprensión o ...