1. Una experiencia de amor total


    Fecha: 08/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tuviese fantasías contigo y sabes que me contestó, pues que no le importaba que yo tuviese fantasías con cualquier hombre incluido tú, pero que con el único que no le dolería que las hiciese realidad sería contigo pues a él le hubiese encantado poderlas hacer realidad con su madre. En ese momento mi hijo Carlos me confesó que él también se hacía pajas viendo fotos mías y que también algunas veces había utilizado esas fotos en bikini de su abuela cuando era joven para hacerse pajas. He de decir que mi suegra es una mujer de bandera y que a sus 64 años aún tiene un buen polvo. Luego me dijo mamá, después de todo lo que me has dicho estoy deseando hacer realidad mis fantasías , las tuyas y las de papá. Mamá- me dijo- vamos a vuestra cama, hoy te cuidaré como a papá le gustaría que hiciese. Me tomó en sus brazos y como si yo fuese una novia recien casada me llevó hasta la cama de matrimonio y me depositó en ella con mucha dulzura, se quitó el pantalón de pijama y cubriéndome con todo su cuerpo empezó a besarme en la boca. Noté su verga presionando mi vulva, así que se la tome con la mano y la deje justo a la entrada de mi húmedo y caliente chochín. A mí me gusta más estar encima del hombre, pero quise en ese momento que Carlos me penetrará estando él encima, quería yo que en su primera vez él sintiese que era él el que me poseía a mí y no yo a él. Estaba más húmeda que nunca; por fin después de más de cinco meses iba a tener una polla otra vez dentro de mi chochín y además por ...
    ... primera vez una polla que no era la de mi marido, aunque pensándolo bien esa polla que ahora iba a recibir sí que había estado ya en mi chochín, pues esa polla era la del hijo que yo había llevado nueve meses dentro de mí y había venido al mundo por ese chochín que ahora iba ser poseído y penetrado por él. Y diciéndome mamá estas bellísima me penetró hasta el fondo. Luego demostró su impericia con movimientos torpes propios de quien nunca ha estado con una mujer en la cama, pero eso hacía que la cosa fuese más natural. Yo estaba acostumbrada a la gran pericia sexual de su padre ya desde mi primera relación con él, pues él antes que conmigo ya había follado con varias mujeres, entre otras, una amiga mía que fue quien me lo presentó cuándo yo tenía diecisiete años. A mí me hubiese gustado que la primera relación sexual de mi marido hubiese sido conmigo y en cierto modo si deseaba hacer el amor con mi hijo era por la emoción de sentir que alguien te ofrece lo que sólo una vez en la vida se puede dar; mi hijo me estaba dando lo que su padre no me pudo dar y lo que yo estaba recibiendo, su virginidad, se la estaba yo hurtando a la que algún día sería su mujer, y eso a la vez me producía satisfacción pero también un sentimiento de culpa por mi egoísmo. Precisamente pensando en mi egoísmo estaba a punto de decir a mi hijo que se pusiese ahora debajo para ser yo la que llevase la iniciativa y pudiese tocarme mejor el clítoris, cuando se corrió llenado mi vagina con su abundante y ...