1. Sexo con un señor de 65 años


    Fecha: 09/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Hetero Autor: Rosa rosaesp, Fuente: CuentoRelatos

    ... en él y le dio a su planta. Mientras subíamos, me fijé en su entrepierna: el albornoz no podía ocultar un bulto descomunal… cada vez alucinaba más con el "abuelo"… Respiraba entrecortadamente mientras avanzábamos por el pasillo a su habitación, el corazón me latía con fuerza a la vez que los labios de mi almeja… Por fin llegamos a la habitación. Abrió la puerta y galantemente, me dejo pasar primero. Mientras él ponía en la puerta el cartel de no molesten, yo abrí el albornoz y lo dejé caer al suelo. Mis pezones estaban erizados en el húmedo bañador. Él se quedó mirándome y acercándose, lentamente, comenzó a retirar un tirante. Cuando lo retiró, comenzó con el siguiente. Finalmente, tiro del bañador hasta la cintura, quedando mis tetas al aire. Mi miró un rato a la cara y de repente, se inclinó sobre mí y se metió un pezón en la boca. Me agarré a él para no caerme… ¡Que gustazo!… Chupaba con fuerza mientras me amasaba la otra… Succionaba con fuerza mi pecho… Yo ya jadeaba, estaba cachondísima y no aguantaba más… así que le separe de un empujón. Me empecé a desnudar por completo. Me quité el bañador, que había quedado en mi cintura. Me acerqué a él. Mi pezón estaba durísimo y su saliva había dejado un reguero en mi teta… Me puse en cuclillas, le abrí el albornoz y de un golpe, le bajé el bañador hasta los tobillos… Mujer más sorprendida en el mundo no ha habido otra… De repente apareció un cacharro de 25 o 30 cm en toda su gloria… ¡¡¡Madre mía!!!… Si mi coño estaba ya mojado, ...
    ... al ver tamaña polla, parecía un grifo de flujo… Me quedé boquiabierta sin saber que hacer… Me decidí… comencé a lamerle el cipote… nada de lentamente… como una loca… comencé por los huevos, comiéndomelos con gusto y luego pasé al obus… apenas me cabía en la boca… era tremendo… el viejo jadeaba y me agarraba del pelo… me tiré un buen rato chupando aquel trozo de hierro, pero mi coño era un volcán y quería ser empalada ya mismo por el "abuelo", así que me levanté y me tumbé encima de la cama, abriendo al máximo mis piernas. Notaba el calor de mi flujo, escurriéndose de mi coño y resbalando entre mis nalgas. Solo era capaz de articular una palabra: -¡Fóllame, fóllame, fóllame…! El abuelete no necesito más; se puso de rodillas, delante de mí, levantó mis piernas y lentamente comenzó a meter su cipote en mi coño, lentamente, muy lentamente. Mi vagina empezaba a recibir al monstruo. Nada más meterla, me vino un orgasmo delicioso que me recorrió el cuerpo de arriba abajo, hasta el último pelo de mi cuerpo… Era increíble. Un hombre mayor me estaba llevando a unos orgasmos nunca conocidos por mí… Continuaba su bestial avance en mi cuerpo, hasta que mi coño se dilató al máximo y la punta de su rabo llego hasta el fondo de mi vagina, tocando la punta de mi matriz. A partir de ese momento comenzó el mete-saca más bestial de mi vida. Me follaba de una manera salvaje. Solo se oían mis sollozos, el chapoteo de su rabo en mi almeja y algunos comentarios que decía acerca de su nieta. Mientras ...