La Cala
Fecha: 13/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Era un viernes de Julio. Este mes, a pesar de considerarse un mes veraniego, sin embargo no estaba siendo todo lo caluroso que se esperaba. De hecho, ya empezábamos a sentir un poco de ansiedad pensando en que el verano se estaba haciendo de rogar, y que la temporada de playa se iba a acortar demasiado. A mi me encanta la playa, pero no para estar tumbada como un lagarto intentando absorber todo el sol disponible, sino para estar con amigos charlando, tomando unas cervezas en el bar, jugando, etc, y también para tomar el sol. Soy morena, y mis piernas largas y bien formadas se ven más bonitas cuando están bronceadas por el sol. Al menos eso me dicen mis compañeros en el gimnasio al que voy dos o tres veces por semana según me lo permite el trabajo.Mi trabajo es horroroso. Llevo el departamento de marketing en una empresa de tipo medio de productos financieros y aunque muchos podríais pensar que el área de marketing es divertida, no es más que un constante ir y venir de proveedores ofreciéndote sus productos y servicios y tú viendo cómo los puedes encajar en un supuesto plan donde no hay nada previsto y la improvisación es tu mejor aliado.Somos unos 40 en la empresa, la mayoría chicos jóvenes, en forma, y ninguno suele hacer caso a las 10 chicas que trabajamos allí. En unos casos es porque están casados y aunque les apeteciera tener una historia con alguna de nosotras no se atrevería a plantearlo. Esto del acoso en el trabajo es algo que si bien no está en la calle y no ...
... se habla demasiado, sin embargo está latente en todas las relaciones laborales, por lo que los chicos se retraen un montón. El resto de los chicos prefieren ocuparse de "sus carreras profesionales" y dicen que no están para chicas.Sin embargo, aquel mes de Julio tan extraño que estábamos viviendo produjo extraños efectos sobre todos nosotros, y ya no recuerdo quien, pero alguien propuso algo que era una novedad. Si, ya recuerdo. Fue Nacho quien dijo que podíamos organizarnos un fin de semana en la playa. El plan era el siguiente. Todos los interesados debíamos ir a casa a la hora de salir, recoger lo que fuéramos a necesitar para pasar dos noches en la playa (literalmente en la playa, nada de alojamiento barato ni nada de eso). El disponía de una pequeña tienda de campaña que podríamos usar para guardar las cosas que lleváramos y para cambiarnos de ropa. Y después encontrarnos en algún sitio a las afueras de la ciudad.Así planteado parecía una locura. Una tontería. Incluso una niñería porque viviendo en Barcelona, no tenía demasiado sentido tener que pasar la noche fuera tirados en la arena, cuando podríamos volver a casa sin mayores problemas. Pero sin embargo, a unos cuantos no nos pareció tan mala idea... Al fin y al cabo, se trataba de salir de la rutina e intentar aprovechar el magnífico fin de semana que se anunciaba.Así que tras unos 5 minutos de charla nos reunimos un grupo que estábamos dispuestos a seguir adelante. Nacho por supuesto, Meritxell, una chica recién ...