La Leona
Fecha: 14/01/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: darasha, Fuente: RelatosEróticos
... la mano, me acerque con cuidado a él, miré la pantalla, no reconocí el juego, tampoco me interesaba... tras unos cinco o diez segundos note que dejaba de pulsar botones, y mi sonrisa se acentuó más aún, y empezó a olfatear de nuevo; reconozco que me paré algo abierta de piernas para que le llegase mi olor; en cuanto empezó a girarse, salté sobre él.No llegó a forcejear, lo besé en la boca mientras le ponía las esposas antes de que supiese que pasaba. Le tapé los ojos con una mano mientras me quitaba las bragas y se las puse en la cabeza, no quería que me viese, y además quería que se llenase de mi olor. Me sorprendió que no gritase, solo jadeaba por la sorpresa, pero tampoco podía arriesgarme, corrí hasta mi ropa, cogí mi camiseta, hice una bola y se la metí en la boca. Mire a sus pantalones y vi un bulto, mi olor había hecho efecto en él. Le quité los pantalones y los calzoncillos y ahí estaba su pene, uno completamente normal, pero ahora lo necesitaba más que nada en el mundo; creo que lo lamí un poco, no estoy segura, pero se que no me lo metí en la boca, el ya estaba duro y yo estaba húmeda desde hacia rato, no había tiempo que perder, me agache sobre él, acercando nuestros sexos, frote un poco su pene contra mi y empecé a metermelo, debí haberlo hecho más despacio, pero me pudo la ...
... impaciencia, se que le hice daño al hacerlo de golpe, pero no pude sentirme culpable, al intentar sacudirme de encima, su pene empezó a golpearme los puntos de placer, era fantastico como acertaba. Me puse a pegar botes suaves sobre el, presa de la pasión, mientras besaba su cuello.Tras un par de minutos pude sentir como venia el orgasmo, y en ese momento mordí su cuello, justo en el centro, con fuerza, durante todo lo que duró el pico del orgasmo; pude sentir como él también tenía uno; aún no se si fue casualidad o que el mordisco fue certero. Al incorporarme un poco, aun con su pene latiendo dentro de mí, vi que su cuello sangraba, poco profundo, no era grave... pero que bruta soy a veces.Con mucha calma le quité las bragas de la cabeza mientras me levantaba, sus ojos aún mostraban miedo mientras me ponía las bragas, al sacarle mi camiseta de la boca, mientras me la ponía, soltó un gemido de dolor preguntando:-¿Por qué?Sonriendo y acariciando mi vientre, le dije:-Oh, venga, te ha gustado, lo he notado.-Podrías haberlo sugerido, o algo, haberme pedido salir...-Si, si, tranquilo -corté sus quejas- para la próxima vez te lo pediré, aun no he acabado contigo...Fui a su habitación a recuperar mis pantalones y coger la llave de las esposas.- ...aun faltan al menos tres días para que se me pase el calentón...