Otra navidad con la misma prima
Fecha: 14/01/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hola, hace poco envié un relato llamado "Mi navidad con mi prima" y prometí que enviaría la continuación de nuestra historia. Lo prometido es deuda. Después de lo que pasó el año pasado con mi primita (jajaja, primita? si tiene 21 años... en fin) no podía esperar el momento de volverla a tener, durante todo este año no me involucré con nadie sexualmente, tuve una novia pero era una mocosita de 15 años que, aunque estaba bastante buena pues tenía unas tetas de concurso increíbles para su edad, seguía siendo en muchos aspectos una niña, así que no hice nada con ella. Después conocí al amor de mi vida, es la mujer con la que quiero casarme algún día, y como podrán comprender, ese amor no me permite arriesgarme a arruinar las cosas con ella, además de que la quiero para más que sólo sexo. En fin, siguiendo con la historia, resulta que este año volvimos a viajar a la ciudad de México para pasar las fiestas navideñas allá, después de un largo y tedioso viaje, al fin llegamos. Yo me moría de ganas por ver de nuevo a mi prima, pues ella si que sabe como prenderme de verdad. En fin, al verla si que estaba preciosa pues como ya dije, tiene un cuerpo espectacular y un super culo de concurso... eso que no es mi parte favorita de la fisonomía femenina. En fin, ese mismo día comenzó todo de nuevo, al parecer mi prima también tenía muchas ganas de verme y de... sentirme. Me saludó muy eufóricamente. Como una hora después de haber llegado nosotros a casa de mi abuela, estábamos platicando ...
... todos en el comedor muy cómodamente mientras que mi prima y yo estábamos abrazados en el pasillo platicando también con todos. Al percatarme de que todos los que estaban en la casa se encontraban en ese momento en el comedor, quise probar mi suerte para estar seguro de que lo acontecido el pasado invierno no hubiera sido un incidente aislado. Comencé a sobar la espalda de mi prima suavemente, como estábamos de frente al comedor, nadie podía ver lo que yo hacía con mi mano. Seguí un buen rato acariciando la espalda de mi prima que llevaba puesta una blusa con un sueter ligero y una falda que llega debajo de las rodillas de una tela muy delgada, y unas medias. Mientras seguía con mi labor cariñosa, cada vez me atrevía a ir un milímetro mas abajo, me acercaba lentamente a su precioso trasero, hasta que me animé a posar mi palma completamente sobre uno de sus glúteos. Fue entonces cuando supe que estas fiestas me la iba a pasar muy bien. Seguí con mi tarea, e incluso me atreví a ir más allá, comencé a acariciar su hermosa piel a la altura de la cintura, levannté un poco su blusa y sueter, y comencé a tocar toda su perfecta espalda con mi mano, un poco fría, debo decir, pero claro que con toda la calentura del momento eso fue cambiando. Esto era genial, tenía mucho tiempo que no me exitaba de esta manera y ahora estaba a punto de repetir la azaña del año pasado con mi prima. Ella aparentaba como que nada estaba sucediendo, frente a la familia y yo hacía otro tanto, tratando de ...