Chantajeando a mi prima casada (1) - Relatos Eróticos

Chantajeando a mi prima casada (1)

... había emborrachado, que vergüenza- me dijo. Yo la tranquilicé diciendo que no pasaba nada, entonces decidí dar el paso. Saqué un sobre y le dije:- mira que fotos más bonitas he sacado. Al verlas se quedó blanca: -pero esto que es, si no pasó nada, sólo nos quedamos dormidos por la borrachera!. Ya lo sé,pero tú crees que tu marido, se lo va a creer viendo estas fotos- le dije. Entonces muy cabreada,se levantó y me dijo: eres un cabrón!! Fuera de mi casa!! Me levanté diciéndole que ella misma, que su marido recibiría las fotos, y a ver que pensaba él de todo esto. Se quedó un momento parada, y me dijo: -pero que quieres si yo no tengo dinero -No es dinero lo que quiero- se quedó extrañada, pero entonces al ver como la miraba se dio cuenta lo que en realidad quería de ella.- Eso no, tú estás loco. Bueno pues adiós,a ver que dice tu maridito- y fui hacia la puerta. -Un momento, no puedes obligarme a hacer nada -Tú crees?- entonces me acerqué a ella y le toqué sus tetas por encima de la blusa blanca que llevaba, se echó hacia atrás, pero insistí ,en ese momento ella se dio cuenta que tenia que dejarme. Sólo de pensar que tenía a mi prima toda para mí, hizo que se me pusiera más dura que nunca. Le desabroché la blusa y dejé al descubierto su sostén blanco,sin quitárselo le saqué los pechos por encima y comencé a chuparselos y manosearlos haciendo que se pusieran duros. Entre sollozos me decía que por favor no siguiera, sin hacerle caso, le dije que se sentara en el sillón, me ...

... puse de rodillas y le subí la falda poco a poco mientras le tocaba los muslos, con suavidad, hasta llegar a sus bragas, le estaba tocando acariciando el coño por encima de sus bragas, tenia la polla que iba a reventar. -Por favor, no sigas- me dijo, mientras le caían lágrimas por su cara. Pero aquello me excitaba más, ver como no quería hacerlo pero se veía obligada. Ella, que solo había estado con un hombre en su vida, y tan recatada, iba a hacer todo aquello que yo quisiera. Decidí bajarle las bragas y ví su coño, con poco pelo , entonces acerqué mi boca y comencé a chupárselo mientras le tocaba sus pechos, los lloros aumentaban, pero yo no hacia caso, cuando noté que ya estaba bien mojada, me bajé los pantalones y el slip, era hora de follármela, al ver mi polla erecta que ya estaba con la punta húmeda por los líquidos preseminales, empezó a llorar con más fuerza. -No por favor, no lo hagas- Intentaba escabullirse, pero rápido la sujete de los brazos, y la sacudí con fuerza contra el sillón:- Tú misma,te voy a follar igual, tú decides si quieres que lo haga a la fuerza o no-. Medio resignada, dejó de hacer fuerza. Le solté los brazos, apunté mi polla contra la entrada de su coño y se la metí poco a poco, cada vez lloraba con más fuerza, lo que todavia me excitaba más, empecé a bombear poco a poco, cada vez más rápido, mientras le chupaba los pechos. Ella allí tumbada en el sillón con los pechos por fuera del sujetador, la falda subida por encima de la cintura y las bragas ...