Monja
Fecha: 16/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... clítoris y dio un gritito de excitación, de pronto sentí como me cogía de los cabellos y apretaba mi cabeza contra su vagina a la vez que emitía unos gemidos prolongados mezclados con unos grititos entrecortados, casi chillidos, estaba teniendo un orgasmo descomunal y que baño literalmente mi cara, sorbí lo más que pude del interior de la monja, estaba lista para el combate. Sin decir nada la senté sobre mi pene y ella se dejó caer, que rica cintura se manejaba, mientras la penetraba en esa posición me dediqué a tocarle las tetas tan grandes que tenía, ella se movía en círculos y luego en un sube y baja lento para aumentar la velocidad a medida que la excitación subía, la eché de costado y empecé a penetrarla lentamente, ella gemía de placer al sentir un pene que la movía tan rico, la ice voltearse y la penetré en pa posición normal, hice que se me colgara del cuello y la levanté cargándola y penetrándola, era tan pequeña, casi del tamaño de una adolescente que no tuve mayor problema en cargarla y penetrarla cargada, eso la excitó más y empezó a gemir fuerte señal de que tenía su segundo orgasmo, esta vez con mi pene dentro suyo, fue largo y prolongado su segundo orgasmo, pero yo quería más, así que la coloqué de cuatro patas sobre su sillón y coloqué la punta de mi pene en la entrada de su ano, me dijo que por allí era virgen y que nadie la había penetrado, yo le contesté que no se preocupara que lo haría con cuidado, ella asintió ...
... por lo excitada que estaba, ya no le importaba lo que le hacía, metí mi pene en su vagina para lubricarlo y se lo coloqué en la entrada del ano, empecé a relajarla despacio, jugando con su columna vertebral, mientras que su ano se habría a cada empujón que le daba, , había entrado la cabeza y sentía su calor interior en la punta de mi pene, ello permitió que de una sola se la encajara hasta la mitad, me dijo que se la sacara, que le dolía, pero sabía que si lo hacía se terminaba allí la cosa, por eso que cogiéndola de la cintura, empujé de una sola hasta tocar mis huevos con el borde de su culo, ella gritó y cayó desmayada por un momento mientras yo seguía en un mete y saca descomunal, que rico culo me estaba comiendo, me ajustaba como un guante, que delicioso sentir los anillos de su ano apretando mi pene, ella reaccionó y se puso a llorar, mientras yo seguía, al poco tiempo empezó a cambiar el llanto por quejidos para luego empezar a gemir fuertemente, teniendo su tercer y más prolongado orgasmo justo cuando le bañaba de semen el interior de su culo, tuve un orgasmo tan descomunal que creo que mi semen le llegó al estómago, su culito no dejaba de latir a cada intento de sacarlo, hasta que se lo saqué despacio. Me dijo que nunca había sentido algo tan rico, luego nos vestimos, recobramos la compostura y nos despedimos, al día siguiente le traería los documentos para que firmara, y no saben lo que hicimos, eso se los cuento luego.