Historia de parejas
Fecha: 22/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... y ella me la comía, metía la cámara casi en la boca de ella, también fotografiaba el coño abierto de mi mujer, mientras ella se lo mostraba a la vez que me hacía una felación. Me acerqué a la oreja de mi mujer y le pregunté si le gustaría comerle la polla al joven y, sorprendentemente para mí, me dijo que si a mí no me importaba, que estaba dispuesta. Le dije al joven que se desnudara y sacó su verga, era un poco más grande que la mía, le dijimos que como se había portado bien en recompensa de aquello recibiría algún favor de mi mujer. Me tumbé en la manta y ella se colocó encima mío, dándome la espalda, se introdujo mi verga y apoyó las manos en el suelo, a la vez que la follaba le pellizcaba los pezones, que los tenía duros por la excitación. Le dije al joven que se acercara y mi mujer comenzó a pajearle con la mano, viendo cómo estaba de excitada le dije que le comiera la polla y lo hizo, la escena era digna de una película porno, estábamos allí follando los dos y, a la vez, mi mujer estaba con otra polla en la boca gozando, después de un rato que para mí fue especial nos corrimos los dos, esperando que el joven también se corriera y por fin lo hizo, sacó su polla de la boca de mi mujer y se corrió sobre las tetas de ella. Nos vestimos y dimos por finalizada aquella fantasía, agradeciendo la colaboración del joven que por su cara se veía que le hubiera gustado follarse a mi mujer, pero no era la ocasión, ella no estaba preparada para follar con un extraño. La Semana Santa ...
... del año siguiente planeamos hacer un viaje a Santo Domingo, íbamos a ir a un precioso hotel en la costa, ya por aquel entonces mi mujer y yo habíamos realizado bastantes fantasías de exhibicionismo. Una de aquellas fantasías la hicimos sin habérnoslo propuesto, pero ya que se dio la ocasión, lo hicimos. Era la tarde que habíamos quedado para contratar el viaje, estábamos en un parque dando un paseo, cuando a mi mujer le apeteció quedarse sentada en la hierba, al lado nuestro había un grupo de jóvenes universitarios, mi mujer llevaba puesto un vestido de corte normal, el grupo estaba a escasos metros de nosotros, a ella le entraron ganas de orinar y me dijo guiñando un ojo que se iba detrás de un matorral cercano, me lo comentó de forma que se oyera, yo le dije que bien, que allí la esperaba. Se fue, y casi detrás de ella, se fue, a la vez, uno de aquellos jóvenes. Cuando regresó me contó lo que había pasado. Ella se encontraba en el matorral y vio cómo a cierta distancia, estaba el joven mirándola, ella hizo como que no se daba cuenta y se subió la falda hasta la cintura, mostrándole al joven sus bragas, siguió con la demostración de exhibicionismo y se bajó las bragas, lentamente, mostrándole su bien poblada zona púbica, orinó y al acabar se frotó el clítoris, mientras miraba al joven al que vio cómo se frotaba la verga, por encima del pantalón, acomodó sus prendas y después vino donde estaba yo para contarme lo sucedido. Aquella tarde contratamos el viaje a Santo Domingo. ...