1. Mi dulce y recatada esposita


    Fecha: 24/01/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Jessvelo, Fuente: CuentoRelatos

    ... hermana se uniría a nosotros luego. Conversamos de muchas cosas de la vida pero ella llevaba la misma a su terreno la religión, cosa que yo hacía como demostrar atención por el solo hecho de hablar con ella y mirar su dulce sonrisa, de a ratos se me aceleraba el corazón en solo pensar besar esos hermosos y finos labios y luego aterrizaba y me decía para mi " esto lo estoy soñando". La noche transcurría tranquila, hablábamos de lo que había vivido en el extranjero, de lo mucho que echo de menos nuestro país, en fin estábamos en eso cuando se presentó su hermana y ya ni siquiera la mire como antes, más bien me hacía a la idea de que quizás pudiera ser algún día mi cuñada, pero también lo veía como un imposible, su pícara y cómplice sonrisa me ayudó a juntar coraje y antes de que se largasen decirle a su hermana si quería quedar al otro día para ir al cine y aceptó. Debo decir que en ese proceso mi antigua compañera de estudios fue fundamental ya que se le había puesto que yo tenía que ser para su hermana cómo un capricho o quizás porque me conocía que no era un tipo malo a pesar de ser un poco vicioso. Esa noche en particular me acuerdo de no pegar ojo, me había enamorado como nunca antes, estaba con cara de tonto si me la viera, me hacía tantas ilusiones, construía castillos en el aire enormes y se me derrumbaban al mismo tiempo, como podía ser que yo un granjero de pacotilla, sin grandes estudios ni gran físico que digamos me pudiera ligar a esa tía guapa, inteligente y ...
    ... rescatada, pero si, así fue en unas semanas formalizamos nuestra relación como novios creando la envidia de más de uno, yo viajaba todos los días que podía e iba a esperarla a la tienda y cuando cerraba nos íbamos a casa de sus padres donde ella vivía, me los presentó al poco tiempo y debo decir que les caí bastante en gracia más a su padre que a su madre que no me dejaba de mirar de reojo. Mi lucha empezó ya cuando cada vez que me acompañaba hasta la salida de la casa quería luego de arrumacos y besos calentones entrar a meterle mano, fue ahí que me dejó claro que no estaba por la labor de aflojar prenda hasta que lo nuestro no fuera más enserio, quería entre otras cosas que la acompañara a su iglesia los Domingos cosa que hacía muy a regañadientes de vez en cuando. La muy cabrona sabia hasta donde dejarme llegar con mis caricias y nunca permitía que llegara a tocar su entrepierna era ahí cuando daba por finalizada las escaramuzas y yo quedaba con unas erecciones que no eran normales, me dolían los huevos de manera que no podía montar mi moto para regresar a la granja y el frío que pasaba no les cuento. Casi 2 meses después una noche que parecía que había avanzado con mis caricias y permitía tocar sus bragas por debajo de su larga falda(en todo ese tiempo nunca dejaba de usarlas salvo raras excepciones ) parecía que llegaba a respirar más rápido de lo normal y yo estaba en la gloria, jugando con mis dedos aunque fuese por encima de su braguita, sentía el calorcito de su ...
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