Mi dulce y recatada esposita
Fecha: 24/01/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Jessvelo, Fuente: CuentoRelatos
... pelos rubios en forma de rectángulo seguían hacia arriba, volví a comerme ese chochito con más ganas que antes, luego cuando creí que se estaba arrepintiendo me arrodille entre sus piernas y guíe mi verga hacia su oficio ultra lubricado forcé un poquito y encontré resistencia, ella dio un grito y se quedó muy quieta, yo me deje caer encima de ella con un ligero movimiento de caderas sentí como todo mi miembro se perdió dentro de su interior, ella comenzó a resoplar y a llorar, al principio fue como si le doliera pero me di cuenta que cada vez que lloraba era cuando llegaba un orgasmo, empecé mi mete y saca más rápido y veía como se le daban vuelta los ojos quedando en blanco y ante cada embiste lo acompañaba con un gemido cada vez más fuerte, yo ya no aguantaba más y fue así que cuando escuché su grito más alto y prolongado me salí de ella y mi leche juro por dios que se oyó chocar con sus tetas de la fuerza que salió disparada, uno, dos, tres y hasta cinco chorros se estamparon con esas bellas tetas dejándola perdida de semen, solo se oían resoplidos y pulsaciones aceleradas de ambos, nos costó casi dos minutos volver en si vaya polvazo habíamos echado, al cabo de un rato la ayude a incorporarse y luego la puse de pie, fue ahí que nos dimos cuenta que habíamos manchado de sangre el cojín de tela color beige del sofá, vaya susto nos dimos corrimos hacia el bañó y tratamos de limpiarlo primero con agua y luego lo secamos con el secador de cabello pero no hubo forma de ...
... quitarla del todo, luego de eso nos confiamos amor eterno y al cabo de unos meses pasó lo inevitable se quedó embarazada. Y como buenos cristianos nos casamos de apuro por el que dirán, sus padres y los míos organizaron todo y salió una ceremonia bonita, ella dejo sus prácticas eclesiásticas poco a poco, dejo de trabajar en la tienda y nos mudamos al campo a la granja de mi padre que con la llegada de nuestro hijo estaba encantado al igual que mi madre no así tanto mis suegros que tenían que lidiar ellos con la tienda. Tenía ya nuestro hijo un año cuando me dijo que ella no se adaptaba a la vida del campo y que deseaba volver a la ciudad que encontraría un trabajo y alquilásemos una casita y nos fuéramos a vivir en ella, yo por mi parte no quería dejar a mi padre solo, no al menos hasta que mi hermano fuera un poco más grande y valiera para ayudarle mientras tanto seguiría estudiando. Un mes más tarde Andrea y mi hijo Jesulin estaban ya instalados en su nueva casa, mi mujer consiguió trabajo de secretaria en una empresa de dedicada a la mensajería y nuestro peque comenzaría en breve la guardería y yo cuando no estaba muy cansado me unía a ellos por las noches. Debo confesar que Andrea se había puesto aún más buena luego del embarazo, cambio su juvenil cuerpo por unas curvas de mucha importancia sus tetas se desarrollaron bastante más sus caderas se ensancharon y su culo también aumento algo volviéndose más rico aún, no iba al gym pero si salía a correr logrando así tener un ...