Mi primer todo
Fecha: 24/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos
... ambos cuerpos y los chasquidos entre ambos sexos. Cuando a Lette se le cayó la mano de la boca, por puro cansancio, el tipo le tomó el relevo con la suya, echando hacia atrás su cabeza ajustando, a la vez, el ángulo de penetración, cada vez más profundo y constante. Me retiré de nuevo. Mi propia excitación era un hecho, mi ropa interior atestiguaba mi humedad, y sentía por primera vez cómo me palpitaban los labios en mi entrepierna. Pensé en aliviar ese torrente de calentura ahí mismo y con uno de mis dedos, pero no quería perderme ni un segundo de aquella función pornográfica que había caído en mis manos por la gracia de mi destino. Mi última incursión furtiva fue muy breve porque ese tipo ya mostraba una necesidad imperiosa de descargar su lujuria. El semblante de Lette era sobrecogedor, completamente congestionada y con aspecto de haber descargado varias veces alrededor de la verga que la empalaba. Y antes de que yo pudiera asimilar toda esa información en mi cabeza, el macho salió del interior de mi amiga e, intentando ensordecer a duras penas sus gruñidos de placer, comenzó a eyacular sobre su espalda manchándole la rabadilla desnuda y la zona posterior de la blusa, con varias descargas de leche abundante y espesa. En ese momento desaparecí de la zona lo más silenciosa y rápidamente que pude. Esa iba a ser la primera vez que atestiguaba un acto sexual en riguroso directo. Cuando nos reencontramos en la sala, nos miramos, sonreímos y decidimos salir de ahí para purificar ...
... nuestros pulmones con la brisa marina de una noche cerrada que ya casi había llegado a su fin. Caminamos lentamente, cogidas del brazo, algo achispadas por el alcohol y con ganas de llegar a casa y descubrir un nuevo día. Esa noche, bajo el rocío de la aurora, abrigadas con un silencio solo roto por nuestros propios pasos, no intercambiamos experiencias jocosas como otras veces. A Lette se la veía decididamente cansada, y yo no iba a quebrantar ese momento de sosiego. Me miraba por el rabillo de los ojos, sonriendo de forma pícara y con intención de que le confesara algo: -"Te debes haber puesto muy cachonda mirándonos, ¿eh guarrita?", me soltó la cabrona como el que no quiere la cosa... Me puse morada de vergüenza. -"¿En serio que me habéis visto espiando vuestros actos?", respondí completamente ofuscada. -"Él no sé, yo te vi un segundo cuando me estaba follando desde atrás", soltó la tía. Y añadió: "Y tú deberías desinhibirte un poco también, y disfrutar de una buena polla un día de estos. Debes andar dando palmas, hija mía, jajajajaja." -"Ya, bueno, no soy una puta chupapollas lamevergas follafalos como tú jajajajaja". Nos reímos al unísono y cerré el tema. El día siguiente se despertó gris, cerrado, denso y triste. Salí de la habitación y me encontré a Lette en la cocina preparando el desayuno, con cara legañosa y aliento de pescado. -�¡Pero tía!, ¿aún no te has duchado y aseado? Apestas a zorrón de barra americana�, le espeté medio en serio. -�Lo sé Eva, pero con el día ...