1. La apuesta de Carolina (primera parte)


    Fecha: 24/01/2018, Categorías: Dominación Autor: carpe_diem, Fuente: RelatosEróticos

    ... sabía que era lo que Roberto quería oír, o eso creía. -¡ACEPTO! ¡voy a ser tuya este fin de semanAAa! -hmmm. - Roberto se detuvo de pronto, y comenzó a masajear con dos dedos, muy suavemente y con lentitud, el clítoris de Carolina, que se retorcía, intentando escapar de aquel placer que ahora era demasiado para ella. -Debería castigarte, por atreverte a darme órdenes, por intentar manipularme para salirte con la tuya, no se me ocurre nada más pero seguro que te has portado peor que eso en los últimos minutos, deberías haber mantenido el control, de todos modos has perdido el juego, has gritado. ¿qué hago ahora contigo? he parado, así que serás mía el fin de semana ¿verdad? - Roberto se apartó del clítoris de Carol uno par de centímetros, preparado para volver a atacar. -Por favor suéltame y fóllame como siempre aquí en el coche, necesito correrme - La respiración de Carol se había acelerado mucho y era entrecortada, Roberto pellizco el clítoris de Carol arrancando de ella un grito, era de placer, pero esta vez fue tan alto que los dos se asustaron e incluso Roberto se paró para observar a su alrededor, por supuesto no había nadie, cuando se hubo asegurado volvió a pellizcar el clítoris de Carol, despacio sin asustarla. -Fóllame.. ¿qué más? -... mi señor...- un nuevo pellizco que la provocaba oleadas de placer y de agonía. -mi señor.. ¿qué? -Fóllame mi señor... por favor. Un nuevo pellizco, con fuerza esta vez, dolió un poco, pero la hizo gritar de placer - Más alto, preciosa ...
    ... zorrita, que te oiga bien el viento, aquí no hay nadie más, si no es lo bastante alto a la primera te seguiré haciendo esto por otros... cinco minutos, y luego te daré una última oportunidad de gritar. Carolina miró alrededor, vaciló y se llevó otro pellizco pero este lo esperaba, gritó tan alto como hacía un momento cuando ambos se asustaron, fue un tono como el de una persona que habla en una discoteca. -¡Fóllame mi amo! Roberto no estaba satisfecho, se lo dijo, esperaba un verdadero grito, una súplica real, ahora le esperarían cinco minutos de agonía, y después lo repetiría más alto, como un grito, mientras Roberto volvía a hundir su lengua en su ano y palmeaba una y otra vez su vagina Carolina se corrió, entre jadeos y gemidos, entonces Roberto paró, no habían transcurrido los cinco minutos, pero Carolina había llegado al orgasmo más potente que Roberto creía haber sentido en ella, estaba orgulloso, pero no pensaba acabar ahí. -Grita o me pasaré cinco minutos masajeando tu punto débil para que aprendas a gritar como la linda zorra que eres. Carolina se lo pensó, Roberto lo decía en serio, sería una tortura en toda regla, ella no quería parar el juego, ahora mismo se excitaba de pensar que este fin de semana tendría otra sesión de aquello, y que Roberto sin duda sería original, cariñoso, cruel... ella lo haría mejor, y si llegaba al límite solo tendría que parar el juego, en este momento su cuerpo se relajaba, todo menos su sexo, lo pensó demasiado tiempo, Roberto empezó a ...