Despedida de soltero (2ª parte) - Relatos Eróticos

Despedida de soltero (2ª parte)

... marido, antes de contestarle los demás soltaron la carcajada y bromearon con eso sabedores que él había uno de los que había llevado a la recamara sola hacia unos minutos... Cabrón!, dijo ella dándole un manazo en la entrepierna, no podías haberte esperado a que llegara yo a verlos? Me di cuenta entonces que ellas estaban ahí para adentrarse en estas cosas y me tenían o nos tenían a mi amiga y a mí como modelos a seguir, sonriéndome, Israel dividió a todos en dos grupos y nos sentó a mi amiga y a mí en medio de cada uno. A partir de ahí la noche transcurrió divertidamente con los hombres y mujeres preguntándome toda clase de cosas de cómo llevar una vida sexual más abierta y divertida, obvio en momentos me pidieron les mostrara como hacer alguna de esas cosas y feliz les di una prueba de como mamar a un hombre, -enfrente de los demás- como tomarme el semen sin desperdiciarlo, como calentar a un hombre o una mujer, disfruté mucho bailándoles desnuda a todos los de mi grupo y dejando me tocaran todo mientras bailaba entre ellos o enfrente de ellos y ellas, el momento intenso fue cuando me cogió ...

... Israel enfrente de ellos y ellas, una de las esposas de plano grabó todo el rato que me cogió Israel y me dijo que usaría el video para calentarse con su marido y coger en la intimidad de su casa, total que fue más agradable de lo que pensaba que iba a ser esa sorpresa de encontrarme con tanta gente conocida en medio de su lujuria y preguntas sobre mi manera de ser y lo puta que puede ser una mujer casada y ejecutiva de una empresa respetable. De alguna manera, agradecí que no fuera esta una de esas reuniones donde salgo hasta muy tarde y bien cogida porque al día siguiente tenía la fiesta de mi sobrino Balám y quería estar radiante y lista para él, no le dije nada a Israel porque sabría que se pondría celoso, pero la verdad es que toda la noche no pude sacar de mi mente a ese jovencito que me tenía hechizada con su cuerpo y con su juventud, el viernes me aseguraría de que quedara perfectamente satisfecho de coger conmigo para volvernos amanes fijos... Teniendo el permiso de mi marido sentía que lo que más deseaba era que él se acostumbrara a nuestros cuerpos y pidiera más siempre y a toda hora...