1. Polvos entre amigos 2


    Fecha: 27/01/2018, Categorías: Fetichismo Masturbación Humor sexual Autor: escritorsev, Fuente: xHamster

    ... acabábamos de empezar, pero la situación era tan excitante que estaba a punto de liarla con una corrida antes de tiempo. Ana debía de notarlo porque separo sus labios de mi poya y la soltó. Volvió a separar su cuerpo sobre mí y levantando una pierna me dijo que le quitara las sandalias para poder bañarnos bien.Me arrodille delante de ella y agarre su pie. Mientras quitaba la hebilla del zapato seguía mirando como ella seguía acariciándose por encima del tanga. Intente correr mas quitándole el zapato para volver a sentirla, pero ella retiro el pie.- Despacio, o no tendrás premio”Accedí, no podía hacer otra cosa. Mientras volvía a acercar su pie a mis manos note algo tocándome la polla. Al mirar ví que era el otro pie de Ana que estaba acariciándome con su zapato. La suela empujaba mi rabo contra mi cuerpo y lo movía de un lado a otro. Mire su cara y pude ver como reía. Me afane lentamente en quitar por fin el zapato del pie que tenia en la mano y cuando lo logre ella lo acerco a mi boca. Besé y lamí aquellos dedos, para pasar después al pie y al tobillo. El zapato que me acariciaba la poya me estaba manteniendo durísimo y mis ojos seguían fijos en el trozo de tela que Ana acariciaba mientras ...
    ... mis labios subían por su pierna. Cuando estaba en su mulso dispuesto a dar el salto a morder aquel trozo de tela, Ana puso su mano en mi frente y hablo:- Tranquilo cielo, eso es el regalo para el final -. Y diciéndolo me empujo suavemente con el pie para volverme a colocar de rodillas.Alzo la otra pierna para que volviera a repetir la operación con la sandalia, y esta vez fueron los dedos del otro pie los que ya libres empezaron a jugar con mi rabo. Los notaba cerrarse, abrirse, subir, bajar e intentar agarrármela mientras yo volvía al juego de besar la pierna. Cuando termine la repetición me aleje de ella. Sin embargo ella no paró. Colocando sus manos en el borde de la piscina estiro sus pies hasta mi polla. Cuando fui a ayudarla, negó y me dijo que guardara las manos. La deje hacer a ella. Coloco un pie a cada lado y empezó a masturbarme. No era la primera vez que lo hacia y se notaba. Era suave. Nada de tirones. Tranquila y relajada. Yo miraba su cara y ella la mía. Cada vez que se mordía el labio yo deseaba lanzarme encima de ella y besarla. Solo aguanté un par de minutos antes de hablar y decirle:- Ana, si sigues así, me corro.Paró inmediatamente.- Entonces será mejor que nos bañemos. 
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