Feliz Cumpleaños - Relatos Eróticos

Feliz Cumpleaños

... raudales y ella suspiraba tratando de jalar aire. El tercero llego y sin decir nada, comenzó a mamarle las tetas a estrujarlas hasta hacerle sentir dolor. Sus pezones reaccionaron y se levantaron. Con los dedos los golpeaba hasta enrojecerlos, pellizcaba, mordía, laceraba. La volteo otra vez y le golpeaba las nalgas; un golpe y sobaba; otro golpe, otra caricia. Ella disfrutaba el dolor placer, gemía, gruñía. Le acerco la verga parada a la cara y le comenzó a golpear con ella; no fuerte, solo a sentir. La puso en 4 patas y la penetro de golpe por detrás, mientras le tomaba el cabello como si fuera una rienda y la jalaba. Lagrimas salían de los ojos de mi esposa, pero aún así su cuerpo reaccionaba sus pezones seguían erectos, señal de que estaba gozando. La nalgadas se intensificaban su cola brillaba de lo enrojecido. La cabalgaba como a una yegua. Alternaba las nalgadas con pequeños golpes en los pezones. Ella sentía electricidad con cada golpe, al temblar su cuerpo; otro orgasmo llego en forma de un chorro de líquido de su vagina, bañándolo a él y a su verga que seguía clavada en ella. Al sentir el chorro caliente sobre él, se clavó al fondo de su vagina y tensó todos sus músculos, al sentir el primer chorro, ella cayó sobre el colchón con la cola aún parada recibiendo leche; con cada chorro, ella arqueaba la espalda, como recibiéndolo y el estrujaba sus nalgas, abriéndolas y cerrándolas. La verga soltó un último chorro que cayó sobre su espalda. El cuarto, se subió al ...

... colchón, mientras ella aún se recuperaba y se acostó a esperar. A los pocos minutos, ella se había recuperado un poco y lo vio. Él le ordeno que le chupara la verga, ella obedeció. Cansada como estaba, se acerco y lo empezó a excitar. Él no se movía, solo se dejaba hacer. Al tener el pene parado le ordeno que se subiera. Ella lo empezó a cabalgar. Le ordeno que le buscara el punto P para hacerlo que se viniera, le metió un dedo en el culo de él e inició el masaje interno, él lo disfrutaba, tanto el masaje rectal como la masturbación. Él solo emitía gemidos de satisfacción; ella no gozaba, solo obedecía. A una orden, ella se volvió a subir en él y lo cabalgo; al tratar de masturbarse para conseguir placer, él le golpeo la mano sin decir palabra, con resignación lo cabalgo hasta que el puso los ojos en blanco y se descargo dentro de ella. Ella solo sintió los mocos calientes resbalar fuera de su vagina sin ningún placer. Los participantes se fueron y nos quedamos solos. No desmonte el equipo de grabación, ella pregunto por qué y le conteste que faltaba un participante. Se escucho un auto llegar y le dije que se preparara. Fui a recibir al último participante. Al entrar, ella desorbito los ojos y dijo que no lo haría, que era demasiado. Le conteste que ella había aceptado los términos y yo también y que lo tendría que hacer. El hombre entró desnudo y su cuerpo era flácido y lleno de canas. Le ordene que lo chupara hasta que se le parara. Ella obedeció y logro una erección en el ...