Sexo con una mamá soltera y muy caliente
Fecha: 07/02/2018,
Categorías:
Hetero
Infidelidad
Autor: Perritosucio69, Fuente: CuentoRelatos
Comenzaré diciéndoles que esta chava de 28 años, es mamá de dos niñas y recién mamá soltera, a quien por respeto, le cambiaré el nombre y la llamaré Janeth. Todo comenzó cuando empecé a trabajar en una constructora. Frente a las oficinas, había un local de tacos y tortas, quien lo atendía era una señora de unos 40 años y a los pocos días, comenzó a llegar la hermana de la dueña del local, me refiero a Janeth, una chava de muy buen ver, con un buen par de nalgas, unos pechos medianos muy ricos y tez blanca. Un día, me animé a comprar unos tacos ahí, ya que se me había hecho tarde y no pude desayunar en mi casa ahí fue cuando ella me regaló una sonrisa coqueta y su hermana me hizo una broma de que le gustaba a Janeth. Así transcurrieron como dos semanas y cada vez que llegaba a la oficina, ahí estaba ella, en el local y durante esos días, me regalaba algunas sonrisas coquetas hasta que un día coincidimos en una salida, yo, a entregar unos oficios a otra constructora y ella, a traer a una de sus hijas al kínder. Durante el camino hacia la constructora, platicamos muy poco pero ella me hizo varias bromas, como para romper el hielo y también le seguí hasta que en un momento de seriedad, me dijo que tenía por lo menos tres meses que se acababa de separar de su marido porque la engañó con otra chava y me lanzo una pregunta que la neta, me sacó de onda pero también, me dio a entender muchas cosas. Esta pregunta fue “¿tú cómo me ves físicamente?”, al principio, me porté como un ...
... caballero y le dije que la neta, era una chava muy guapa y que ese güey era un pendejo, por haberla dejado, etc., etc. de ahí, tomamos caminos separados, ella para el kínder y yo para la constructora. Al día siguiente, recibí una llamada a la oficina, era ella y sólo me dijo que hablaba para saludarme y que como yo no me había animado, lo hizo hablándome para pedirme mi número de teléfono celular. Así, nos comenzamos a mandar mensajes y cada vez nos cotorreábamos más, incluso los mensajes eran más subidos de tono hasta que luego de un mes de mensajes cachondos, de llamadas y sonrisas coquetas, en un mensaje que me envío, me volvió a hacer la misma pregunta sobre cómo la veía físicamente. Ya por la confianza que nos teníamos, claro, por mensajes, me animé a decirle la neta, respondiéndole que tenía un par de nalgas muy ricas, unos pechos muy bonitos, etc., que de verdad estaba muy encamable. Para mi sorpresa, en su siguiente mensaje me preguntaba “¿quieres venir a mi casa?”, recuerdo perversamente que era un miércoles, como a 11:30 p. m. y me armé de valor, le marqué y le dije que estaría en su casa en menos de 15 minutos, que me diera su dirección ya que lo hizo, me alisté en chinga y me lancé. Cuando llegué, toqué la puerta y me recibió en el clásico pantalón de pijama y una blusa de tirantes, ¡ooohhh, sorpresa!, no traía brasier, además su casa estaba toda a oscuras, ya que sus hijas dormían. Al momento, pasamos a su sala y me ofreció un café, se lo acepté y, cuando fue a su ...