Mi familia colombiana y su secreto (2) - Relatos Eróticos

Mi familia colombiana y su secreto (2)

... cuando un hombre se pone a pensar siempre salen las cosas mal tu haz caso a tu tita no hacemos nada malo somos familia y tú necesitas una mujer y no hay nadie mejor que yo…seré tu favorita ya verás… Mi tía tenia las cosas muy claras y no tenía ningún remordimiento de conciencia… Así las cosas mejor obedecer además me lo había pasado bomba el mejor sexo de mi vida era la casada yo no… E: Tengo una sorpresa para ti Dio unos pasos para atrás se separó de mí se desabrocho la falda y la dejo caer al suelo no llevaba nada debajo y además se lo había rasurado completamente E: Me fui al salón de belleza me compre ropa nueva y la cuca como tu deseabas consentirte es mi obligación y un placer mi amor. Me acerque a ella me arrodille agarre sus inmensas nalgas con mis dos manos fuertemente la senté en la taza del váter introduje lentamente mi mano derecha, mientras rozaba con las yemas de mis dedos su pubis, muy lentamente. Me incline y empecé a besar sus muslos, mientras mi mano izquierda había alcanzado su sujetador negro de encaje y acaricie suavemente por encima de la tela del sostén su aureola de su pezón. Bese suavemente sus muslos hasta llegar lentamente a sus ingles. Lentamente las lamí rozando con la punta de la lengua. Empecé haciendo círculos por sus labios mayores con mucha tranquilidad y rozando con la punta de la lengua suave y con delicadeza como si de porcelana se tratara, ella gemía y gemía y suspiraba de forma entrecortada como a medio tono. E: AAAAHHH cómeme, cómeme ...

... la cuca a tu tita AAAAHHHH Metí mi lengua hasta lo más profundo que fui capaz y luego la gire hacia arriba saboreando todos los jugos que brotaban como un geiser de Eva. Subí hasta su clítoris y haciendo círculos a su alrededor hasta que ya casi le sobrevino el orgasmo, solo tocar su botón fue suficiente para que se estremeciera y se corriera salvajemente con gemidos y suspiros que inundaron sonoramente todo el cuarto de baño Mi tía se desabrocho la camisa y el sujetador, la bese en los labios, estaba muy excitada y nerviosa. Baje por su cuello besándolo dándole pequeños mordisquitos hasta su clavícula, la cual recorrí sin apenas rozar mis labios para luego bajar chupando y besando apasionadamente hasta llegar a sus enormes y anheladas tetas. Repase con la punta de mi lengua el contorno de las enormes aureolas hasta acabar chupando sus pezones que estaban tan duros y tiesos que podías cortar cristal con ellos debido a la excitación. Eva gemía y gritaba cada vez más. Y más fuerte baje luego por su abdomen hasta llegar de nuevo a su clítoris, que estaba inundado por sus jugos. Me separe le introduje dos de mis dedos, que debido a su abundante lubricación por la excitación no encontraron resistencia a mi penetración. Entonces realizando círculos con mis dedos, dentro de su vagina, convulsionar de forma agitada y desenfrenada hasta que no pudo aguantar más y volvió a correr de forma salvaje y brutal. Me llamo mi padre y tuve que salir meterme en mi habitación y poner a disimulando ...