1. Traficando culitos I. La Iniciación


    Fecha: 09/02/2018, Categorías: BDSM Autor: summoner, Fuente: SexoSinTabues

    ... otros dos puñetazos, ya se marcaban los moretones en su rostro, aquel miembro era más largo aun que no tan grueso Mauricio se esforzó en hacer lo que le pedían, el hombre que lo había aplastado se bajo y coloco su pene en las nalgas del chico, si bien estaba prohibido que usaran la mercancía, bien podían divertirse un poco con ella, -tienes un culo delicioso perra, lástima que no seamos nosotros los que te lo rompamos, sintió como aquel pene era el de mayor tamaño entre aquellos hombres, lo sintió tallarse entre sus glúteos, y dejar una sustancia pegajosa a medida de que lo pasaban en la entrada de su ano, y como un liquido tibio empapo su espalda, sus nalgas y sus piernas –puta madre, culera me hiciste venirme- una patada al costado y un golpe en la espalda fueron su castigo por haber excitado tanto a aquel hombre y no poder eyacular adentro, el siguiente hombre uno delgado y bajo, fue el siguiente en eyacular en su boca, un pene largo, grueso y de cabeza rosada, pero oscuro en su base, era el que mas eyaculo, volvieron a tomar lugar para venirse en la boca del chico, lo patearon e incluso el soldado gordo camino sobre el un par de veces, el chico termino exhausto de jugar con los soldados y finalmente se desmayo, pero eso no evito que la diversión terminara, después se tomaron fotografías poniendo su verga en la cara del chico, era su iniciación, y ahora lo llevarían a su nuevo hogar. Cuando Mauricio recupero un poco el conocimiento se percato que aun se encontraba en la ...
    ... camioneta de aquellos sujetos, tomaban y fumaban, llegaron hasta un pueblo, de vez en cuando aquellos sujetos se bajaban y le entregaban manojos de dinero a algunos taxistas, no entendía nada, pero después de algunos minutos llegaron hasta un rancho, se oía el relinchar de los caballos, durante todo el viaje no dijo nada, solo se mantuvo callado, estaba a punto de amanecer, podía también escuchar los gallos a lo lejos, un hombre de ropa ranchera se cerco y saludo a aquellos hombres, parecía un hombre amable, le pidió a Mauricio que bajara y lo saludo como si fuern viejos amigos –Que no sabes hablar- aquel chico no sabia que decir, para el todo era muy confuso –Y cuanto por el muchacho- aquel hombre se dirigió al grupo de hombres, porqué pedía dinero por él como si fuera alguna especie de animal –lo de siempre mas otros cinco- parecía que el trabajo de aquellos hombres era atrapar a jovencitos como Mauricio y llevarlo hasta aquel lugar –Pues mira- dijo el ranchero – Viene algo maltratado, y pues al jefe le gustan enteritos- se excuso aquel hombre, mientras sacaba de su cartera una cantidad enorme de billetes de alta denominación, no en pesos si no en dólares, -Pues se puso medio loco el pibe, tuvimos que educarlo un poquito, pero esta precioso el condenado, además jovencito, como los piden- el ranchero le dio el fajo de dinero a aquellos hombres, quienes lo contaron con alegría, aquel chico jamás en su vida había visto tal cantidad de dinero y menos en billetes gringos, aquellos ...