Grandes amigos
Fecha: 10/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... se había puesto el condón y estaba listo para introducirme su sexo, que aunque no era muy grande, era muy juguetona (al verano siguiente Xavi dio un estiron y le creció como la mía o más). No opuse ninguna resistencia, poco a poco me la empezó a meter, y no sentía mucho dolor como él decía antes. Noté como no alcanzaba a meterme más, estaba toda dentro, cuando empezó a moverse con su cuerpo con lo que me estaba haciendo gozar mucho, y así empezó el mete y saca con bastante violencía porque notaba que no me quejaba mucho, al contrario, deseaba que me violara más y más fuerte, me estaba dando mucho gusto, y parecía que Xavi también estaba disfrutando mucho porque de vez en cuando se agachaba y me daba besos en la nuca. Como ya se había corrido antes la verdad es que aguantó mucho rato dándome por el culo, y le pedía que no parase. Decidí cambiar de pustura, él se tumbó y yo me puse encima, ahora me tocaba trabajar a mí, y con cuidado empecé a metérmela. Esta vez me hacía mas daño, pero pronto acabó el dolor y empecé a subir y a bajar , aunque era un movimiento más horizontal que ...
... vertical ya que me encontraba de rodillas con las piernas a sus lados. Xavi a su vez me cogió la verga que estaba otra vez dura y me empezo a masturbar. Ahora sí que me encontraba en el paraíso, me sentía completo, sólo necesitaba que me comieran la boca, pero eso ya era imposible. Seguimos en esa postura un rato, hasta que sentí que me iba a correr, me saqué su polla y me corrí en su pecho. Fue delicioso ver mi leche brillando en su cuerpo, me agaché hasta su verga, le quité el condón y me la metí una vez más en la boca. Se la chupé con ansia y al poco noté como se iba a venir, me la saqué y le dije que quería me lo hiciera con violencia como aquella primera vez en los trasteros, me cojió de la cabeza y a sí lo hizo, me inundó con su leche toda la garganta y por fin me sentí completo. Nos tumbamos juntos en la cama abrazados, estábamos algo cansados pero muy satisfechos. Nos encendimos un canuto que teníamos liado y comenzamos a hablar de cómo habíamos llegado a esa situación. Desde aquel verano hemos repetido los dos siguientes, y nos lo pasamos muy bien porque nos compenetramos bastante.