1. El cumpleaños de la tía Eli


    Fecha: 10/02/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos

    ... veras. - Pues igual que conmigo, una disculpa no es suficiente para compensar todos esos años de maltrato. Tienes que reparar el daño. - Dime qué quieres que haga. - Debes pagar tu Karma. ¿Hiciste de Alex tu criado? Hoy tú vas a ser su sirvienta. ¿Abusaste de él porque era chiquito y no podía defenderse? Bueno, ahora él es un hombre mucho más fuerte que tú y va a ser él quien abuse de su fuerza y tamaño. ¿Lo obligabas a hacer cosas que no quería hacer? Ahora vas a hacer todo lo que te diga, aunque no te guste. Eli se nos quedaba viendo sin saber que decir. Ana continuó: - Piénsalo bien. Si dices que no, no te vamos a obligar y aunque lo nuestro está resuelto, no podría verte con cariño si el hombre que amo sigue sintiéndose lastimado. Por el otro lado, cuando mi Alex se sienta satisfecho, me sentiré la mujer más feliz del mundo al poder tener a mi lado a mi hermana sin que mi amado sienta rencor contra ella. Piénsalo bien, nadie te obliga. Pero si dices que sí, es hasta el final. No hay vuelta atrás. Toda la tarde de hoy serás su esclava. Si lo piensas bien, una tarde no es nada comparada con años de abuso. Ya sea por el remordimiento, por un sentido de la justicia o porque estaba excitadísima, Eli dijo que sí. Ana se paró y se fue al closet de Eli. Buscó unas ropas y las puso sobre la cama. - Te esperamos en la cocina. Baja vestida sólo con lo que puse sobre la cama y nada más. A los pocos minutos, Eli nos alcanzó en la cocina. Ana le había dejado en la cama un pequeño ...
    ... top blanco casi transparente sin mangas que cubría muy poco. Sus pezones se transparentaban perfectamente bajo la tela. Sus enormes areolas morenas estaban claras a mi vista y sus pequeñas, pero bien formadas tetas se sacudían al ritmo de su respiración agitada. Usaba una falda blanca minúscula que apenas llegaba unos centímetros más debajo de sus enormes nalgas. Finalmente, unos zapatos de tacón muy alto con correas que se ataban cruzándose varias veces por encima de los tobillos. La imagen me dejó con la boca abierta. - ¿Te gusta lo que ves mi amor o quieres que se ponga otra cosa? Sin disimular mi asombro, contesté: - ¡Está perfecta! Ana que estaba sentada en mis piernas vestida solo con una playera, pudo sentir mi erección. - ¡Eres un cochinote nene! ¡Se te está parando la verga nada más de ver a mi hermana! ¿Te gusta su culo? - ¡Me encanta! - Date la vuelta para que mi amor te vea esas nalgotas. Eli se volteó y el espectáculo era maravilloso. Su culo era grande, amplio, en forma de corazón y proyectado hacia atrás. Era el culo perfecto. - ¿Con que quieres empezar nene? - Bueno… Ella siempre me ponía a hacer quehaceres que no me tocaban. - Ok. Ana se puso de pie y como no había nada sucio en el fregadero, sacó unos platos limpios de la alacena y los puso en él. - Lávalos. Eli obedeció y caminó hacia el fregadero. Su caminar, con esas zapatillas, hacía que su culo se contoneara de un lado a otro. Empezó a lavar los platos y su trasero temblaba cada vez que los tallaba. Ana ...
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