El cumpleaños de la tía Eli
Fecha: 10/02/2018,
Categorías:
Incesto
Infidelidad
Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... dijo: - ¡Gracias, significa mucho para mí! - Salir con tus hermanas es importante, ve y diviértete. - No. Lo que digo es que significa mucho para mí que me tengas la confianza después de… - ¡Hey, ya pasó! Te amo y quiero que seas feliz. Quiero volver a verte riendo todo el tiempo y haciendo esas preciosas cosas de niñita boba que me vuelven loco… Ana, si en verdad me quieres, no vas a cambiar nunca. Si cambias, no serías la Ana de la que me enamoré. - Me abrazó nuevamente y con su cabeza en mi pecho me dijo: - ¡Te amo, mi vida, te amo! Te prometo que, si algún otro hombre vuelve a acercárseme, ¡Le arranco los ojos! Se puso de pie y me dijo: - Bueno… voy a cambiarme yo también. - Ve mi amor, anda. Entró a la casa y yo me recosté en el reclinable. Me quedé disfrutando de la brisa y el aire húmedo del mar. Las chicas se fueron a la ciudad y mi mamá salió a buscarme. - Alex, voy a salir con tus tías. Ya han dejado sus negocios solos por una semana y van a pasar a checar cómo van las cosas, regresamos en la noche. - Seguro má. Diviértete. Mi madre se encaminó a la casa y se volteó para decirme: - ¡Y no más alcohol niño! - No te apures má. Sólo dos martinis, cuatro wiskis, un par de roncitos y no más hasta la hora de la comida. - ¡Chamaco del demonio! - ¡Yo también te quiero má! Quedé solo en la casa. Aproveché para nadar y ver películas en la tele. A eso de las cinco de la tarde subí a mi habitación y me quedé dormido. - Nene… Mi amor… - ¿Mmhhh? - Despierta flojo. Ana estaba ...
... acostada en mi cama frente a mí, dándome besitos. Besaba mis labios suavemente y después mis mejillas, pasaba a la punta de la nariz y regresaba a mi boca. - ¡Arriba corazón! La vi frente a mí con esa sonrisa maravillosa rodeada de sus pecas y su aroma invadió mi nariz mientras sus hermosos ojos estaban clavados en los míos. - ¡Anda nene, tienes que ver esto! Empezó a empujarme con sus pequeños puñitos tratando de sacarme de la cama. - ¡Anda grandulón, párate! - Hola, preciosa. ¿Cómo les fue? - ¡Súper!, ¡Pero párate ya, tienes que bajaaaar! Seguía empujando sin lograr moverme. - Ok, ok. Ya voy. Me puse de pie y empezaba a ir al baño para orinar, cuando me jaló de un brazo y me dijo: - No hay tiempo, baja ya, después vas. - Esto urge, además no voy a tardar… Ana me empujó por la espalda sin lograr moverme. Como una niña chiquita que trata de mover su cama sin lograrlo. - Después, ahorita bajaaaa. - Ok, ok, ok… Ana voló escaleras abajo mientras yo la seguía aún sin despertar del todo. Estaban todas reunidas en la sala, madres e hijas, hablando sin cesar: - Pero mírate nada más… - Si estas hecha una princesa… - ¿Verdad que está guapísima, tía…? - Mi hijita… si pareces estrella de cine… No estoy mintiendo. No pude reconocer a Jess. Al principio pensé que se trataba de otra persona, ¡Lo juro! Cuando finalmente la reconocí me quedé mudo. Vestía ropas ligeras y claras. Había descubierto sus brazos y traía una falda arriba de la rodilla en colores pastel que combinaban con la blusa. ...