1. El cumpleaños de la tía Eli


    Fecha: 10/02/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos

    ... tazas y Jess se estiraba para alcanzar la parte alta de la alacena y bajar una caja de cereal. Mi reacción fue inmediata. Mi pene empezó a cobrar fuerza y tuve que sentarme inmediatamente para que no se notara. Ana se sentó junto a mí, Jess en una de las cabeceras de la mesa a comer su cereal con leche y Eli permaneció de pie con sus generosas nalgas recargadas en el mostrador de la cocina bebiendo su taza de café. El desayuno transcurrió sin mayor incidente, pero mi erección no cedía. Cuando ya terminábamos Ana dijo: - Tenemos que ir a la Plaza del Sol. Mi amor y yo vamos de compras. Yo creo que podemos irnos como a las dos o tres de la tarde, pasar a comer y luego ir a las compras. Después, podemos ir por un café o una copita al malecón y regresamos a casa. Jess desde su lugar preguntó con cierto asombro: - ¿Sin disco? ¿No quieres ir a la disco? - ¡No pienso poner un pie en la disco nunca más! A menos que el nene quiera ir. Si no es así, no me interesa. Ana desde su lugar se le quedó viendo con ojos de sospecha fingida y le hizo la clásica broma: - ¿Quién eres tú y que has hecho con mi hermana? - Jess se rio mientras tenía la cuchara de cereal con leche en la boca y se le cayó en la playera. No fue mucho, sólo lo suficiente para que se transparentara la blusa y se le pudiera ver uno de los pezones. Ella se levantó con toda naturalidad caminó con sus enormes tetas meciéndose para dejar su plato en el fregadero y procedió a echar agua en su camiseta para que no quedara una ...
    ... mancha. ¡Eso fue mucho peor! Ahora podían verse perfectamente las curvas de los senos y los pezones que se le arrugaron al contacto con el agua fría. Regresó a su lugar y tomó una taza de café mientras descansaba sus generosos atributos en la mesa. Ana me preguntó que si quería otra cosa. Le agradecí y le dije que no. Eli entonces levantó los platos de la mesa y nuevamente el espectáculo. Su caminar y el contoneo de sus generosas caderas. Se puso a lavar los platos y de nuevo las sacudidas de sus nalgas cuando tallaba las tazas y los platos. ¡No lo resistí más! Discretamente puse una mano bajo la mesa y suavemente me acaricié la verga. Pero lo mejor estaba por llegar. Ana se acercó a Eli por detrás y la abrazó por la cintura uniendo su pelvis con las nalgas de su hermana y su cara en la espalda, con esa sonrisa de niñita, mientras Eli lavaba los platos. - Eliii - ¿Sí? La vista de Ana y Eli frotándose hizo que mi pene diera un salto. - Eli, linda. - ¿Qué quieres, Ana? Ana empezó a dar sus saltitos de niñita haciendo que las nalgas de Eli se sacudieran, así como las suyas propias. - ¿Tú podrás curar la espalda del nene otra vez? - ¡Ana! ¿Qué le hiciste ahora? Más saltitos…Mareos, desorientación, falta de aire… - ¿Porfa, porfa, porfa? Eli terminó de lavar y se secó las manos se volteó mientras Ana seguía abrazándola y entonces las pelvis de las dos entraron en contacto…Taquicardia, oídos que zumban, vista que se nubla… -Está bien, vamos a ver. Jess ¿Puedes traer el desinfectante y ...
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