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El cumpleaños de la tía Eli
Fecha: 10/02/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... pinche perra en celo que sólo piensa en que se la cojan. - ¡Sí, pinche nene, cógeme! A la puta de tu novia le gusta ver cómo me coges. Es más puta que yo. Eli se acercó a su hermana y la empezó a masturbar por el frente mientras yo me la cogía por detrás. - ¡Ah! Que no te quepa duda. Soy más puta que tú y Jess juntas. ¿Sabes que hicimos el nene y yo mientras ustedes iban por su maquillaje? Me lo cogí en el estacionamiento. Ahí parada le abrí las piernas y me penetró. Soy su puta y le voy a conseguir más perritas como tú para que se las coja frente a mí. - Sí, yo quiero ver. Me gusta cuando se coge a otras. Me gustó ver cómo se cogió a Brenda y a Jess. Me calenté cuando Karla se la jaló. Cógetelas a todas, nene cógetelas. Pinche Jess, por su culpa ando bien caliente desde la mañana y ella ya se fue a coger. ¡Dame más duro… ya me voy a veniiiirr! ¡Dale carbón…! - Pinche perra sucia. Te está cogiendo mi novio y te vas a venir perra. Dale nene ¡Cógete a esta pinche perra urgida! Eli se vino y sus piernas empezaron a temblar sin poder sostenerla. Se dejó caer en el suelo y se quedó sentada ahí un rato sacudiéndose después de un momento, la ayudé a ponerse de pie y me agaché para levantarle las pantaletas, al terminar de acomodárselas le di varios besos en la vulva mientras le masajeaba las nalgas y se sacudió con cada uno de ellos. Le acomodé la falda y se subió al asiento de atrás. Reemprendimos el viaje con Eli dormida en el asiento trasero y Ana sentada a mi lado masajeándome ...
... la verga, que me dejó de fuera, todo el camino. Hasta la casa. Estacioné la camioneta y Ana, con voz de ebriedad, me dijo que teníamos que esperar a Jess. Era la estrategia cuando salían cada una por su cuenta. A sus madres no les gustaba que anduvieran solas así que se esperaban mutuamente para entrar juntas. Ana despertó a su hermana y nos sentamos en las mesas de la veranda, Eli cruzó los brazos sobre la mesa y se quedó dormida otra vez. Ana me besaba y seguía jugando con mi pene. Yo le desabroche el sostén y ella se lo quitó. Masajeé sus tetas por encima de la blusa y sus pezones parecían querer romper la tela. Se los pellizqué por encima y mis manos empezaron a acariciar sus piernas. Ella las abrió para permitirme entrar y le jalé las pantaletas que cayeron hasta los tobillos. Empezamos a masturbarnos mutuamente y de repente Ana se detuvo y me dijo: - ¿Me cambias la sala y las galletitas por tu recámara y sexo salvaje? - Dejé de tocarla también y contesté: - No. Yo quiero mis galletitas y mi alfombra ¡Sin sexo! Esa sería la luna miel perfecta. Ana empezó a llorar mientras sonreía viéndome a los ojos. - Dijimos que no más lágrimas. - ¡No lo puedo evitar, tonto! Te amo mucho. Eli tiene razón, no sé qué me diste. Estoy asustada. - Tú misma lo dijiste, el sexo es fácil… Amar es toda otra historia. Cuando amas te da miedo hacer una tontería y perder lo que tanto quieres. Yo… me siento exactamente igual. - Sabes? Desde hace unos días no dejo de pensar en que no te puedo dar ...