Desafío de galaxias (capitulo 78)
Fecha: 10/02/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... comandantes especialistas. Si la asciendes a coronel, no puede mandar su unidad. —¡Joder! Hoy estáis por darme el día. Vale, serian en total cinco batallones, que más o menos, son dos regimientos, o sea, una brigada. Sarita, redacta una orden de creación de unidad, y dos ascensos correlativos a general de brigada para la comandante Morales. —De acuerdo, —dijo Sarita y mirando a Morales, añadió—: Cuándo regrese con sus cosas tendré preparado el nombramiento y podrá recoger el nuevo uniforme. —Gracias mi señora. La nueva general y su brigada, se pusieron a trabajar rápidamente. Tras determinar el punto exacto de perforación, fuera de la zona contaminada, aunque próxima, instalaron un campamento ficticio y lo llenaron de tiendas de campaña, carpas y módulos prefabricados para enmascarar sus actividades. En el centro, comenzaron a preparar el terreno para la tuneladora: con excavadoras comenzaron a mover grandes cantidades de tierras preparando el lecho donde la instalarían. También prepararon una enorme zanja de veinte metros de ancho, diez de profundidad y doce kilómetros de largo, por donde circularían, fuera de ojos indiscretos, los camiones que acarrearían la enorme cantidad de tierra y piedras que produciría la perforación. Cuando llegó la perforadora principal, tardaron dos semanas en instalarla y tenerla lista. También llegaron dos más pequeñas que serian utilizadas para ramificar el túnel principal. Se trabajó día y noche en turnos continuos las treinta y dos horas que ...
... tenía un día faraliano, y no solo se llegó a los mil quinientos metros diarios, en ocasiones, se superó. Un mes después del inicio de la perforación, se alcanzaron los 47 kilómetros, y las dos perforadoras más pequeñas comenzaron a ramificar el túnel para conectar los cráteres donde se instalaría la artillería pesada y los morteros de plasma. —A pesar de que me imaginaba que esto iba a ser la hostia, la verdad es que impresiona mucho más, —Marisol, provista de un equipo de protección radiológica, conducía su boogie a través del túnel principal, intercalada en una caravana de camiones que se dirigía a la cabecera de perforación. La acompañaban la general Morales y dos de sus colaboradores más cercanos, así como dos escoltas—. Estáis haciendo un trabajo increíble. Felicita a todos en mi nombre. —Gracias mi señora, así lo haré, —dijo Morales—. Entre en ese corredor de la derecha. —Todavía no me has dicho que me vas a enseñar. —Hemos terminado uno de los emplazamientos artilleros y lo hemos preparado con unas infraestructuras que queremos que vea y nos de su opinión. Tras un recorrido de seis kilómetros por el ramal, y ya sin camiones, salieron a cielo abierto en el fondo de una profunda quebrada natural, achicharrada por la radiación. En ese momento el sol daba en la parte baja y la temperatura en el interior de los trajes de protección de goma subió considerablemente. Marisol vio cuatro grandes plataformas metálicas, situadas a ras del suelo. —¿Qué le parece mi señora? —preguntó ...