AMELIA - Relatos Eróticos

AMELIA

A mí edad,me acerco a los 70,si hiciera un balance de mí vida,creo que el saldo sería, indudablemente,positivo.
Tengo un gran marido,casi,de mí misma edad.Una casa espléndida.y un pasar, económicamente, desahogado.
Conozco gran parte del mundo,ya que,he viajado mucho,e,incluso una noche en una capital alejada,el anfitrión que nos alojaba en su inmensa mansión,
condicionó, la firma y aceptación de un contrato, sumamente,beneficioso para nuestra empresa a pasar la noche en nuestra habitación.Luego de una larga conversación con mí marido, terminé aceptando la propuesta,con una sola condición;la recibiría por cualquier lado que quisieran meterla,menos por el culo.
A esa edad,despertaba,esa parte de mi cuerpo, más de un suspiro por dónde fuera que pasara.Pero,por mantenerlo 
deseado o,tal vez,por haber escuchado del dolor que producía,siempre,hasta hoy, me negué a esa práctica sexual.A pesar de haber transcurrido,casi, 30 años,mí culo, aún,conserva gran parte de su encanto...iiiy sigue sano!!!.
Durante la cena de esa noche, exageré,a propósito los brindis,por lo que en realidad, solo,recuerdo haber tenido una pija en mí boca,otra en mí concha,y,esto de manera indistinta O sea que nunca
pude, identificar de quién era la que estaba dentro mío,ni por dónde me la estaban metiendo.Solo sé que terminé la noche con mí culo en la misma condición que al inicio.En mí estado,
sumando el alcohol más la lógica excitación del momento,si alguno de los 2 hubiera elegido ese camino,tal ...

... vez,lo hubiera conseguido.
No guardo  grandes recuerdos ni grandes placeres de esa noche.
Imagino que,por lógica,debo haber
tenido mis orgasmos,soy un ser humano,pero,no más que eso.
Carmelo y yo,jamás volvimos a tocar el tema ni repetimos la experiencia.
En la actualidad llevo una vida tranquila,
en todos los aspectos,incluido el sexual .
A veces en mis recuerdos,surge el arrepentimiento por no haber sido,tal vez,un poco más atrevida,más audaz.
Pero,las cosas están así,y ya es tarde para volver atrás.por lo menos,así creo.
Karina interrumpe mis meditaciones para preguntarme si deseo una taza de té.Acepto y se retira a prepararlo.Esta niña,que no debe superar la mitad de mis años,es mi último acierto.
Hace poco mas de un mes,se presentó en la puerta de mí casa,diciendo que una cajera del supermercado que está,muy,
cerca de acá,le había dicho que en este domicilio necesitaban una empleada cama adentro por si se enteraba de alguien.Esto era cierto, nuestra doméstica de muchos años,se había casado y su marido se la había llevado a vivir a otra provincia.Los días que siguieron fueron un caos.A mí se me hacía imposible encarar tareas que hacía años que no realizaba,eso,sumado a mí edad había convertido mí paz hogareña en un verdadero desastre.Mas por,imperio de la necesidad que por convencimiento le respondí que la tomaría a prueba durante una semana.
Resultó ser un verdadero hallazgo.
A los pocos días en mí casa,volvía a reinar la paz y el orden.Carmelo me felicitó por ...