Todo por la bici. - Relatos Eróticos

Todo por la bici.

Corrían los 80's,  José vivía en una ciudad del conurbano bonaerense, 1,70 mt  de altura 15 años Morocho piel bien Blanca pelo corto piernas largas y torneadas y una cola redonda y parada que le daban envidia a cualquier mujer. Cursaba la secundaria y vivía con tu mamá y tu abuela que ambas eran viudas, los tres vivían en una casa chica pero linda, la abuela se encargaba de los quehaceres de la casa y la madre trabajaba entre 14 y 16 horas por día en una peluquería. José tenía una gran pasión que era correr en bicicleta, tenía una bicicleta muy ordinaria para correr puesto que la madre le daba muy poco dinero para solventar su pasión por la bici y las carreras. Llevaba adelante su pasión Cómo podría. La madre le daba lo que podía y él no quería molestarla porque sabía que le costaba mucho ganar el dinero, todos los días salía a la ruta después del colegio a entrenarse y los sábados y domingos iba a las competencias. Era todo con mucho sacrificio. Una calurosa tarde de enero, venía solo entrenando, cuándo pincha un neumático trasero de la bicicleta. Con bronca y árabes angustiado Por no tener auxilio se bajó y empezó a caminar con la bicicleta. Al costado de la ruta encuentra una revista tirada, de lejos le llamó la atención, ya levantada se dio cuenta que era una revista xxx . Los que lo aconsejaban para correr en bici decían que evitará lo más posible masturbarse puesto que esto le quitaba piernas. Trataba de masturbarse luego de cada carrera para que no insidiera en la ...

... próxima. 9 de cada 10 cajas eran siempre pensando lo mismo, que lo tomaba un señor y él le chupaba la pija, luego el señor sí lo cogía a él. Nunca había estado físicamente con nadie ni hombre ni mujer ni chico ni nada. Encontrar esa revista pornográfica en el piso le revolucionó aún más sus hormonas y sus pensamientos. Veía con asombro y estupor esos señores musculosos desnudos cogiéndose a distintas mujeres, la revista había de todo, Pero él quería ver hombre con hombre solo eso no había, Igualmente se imaginaba siendo una de esas mujeres que eran penetradas por eso señores. Nadie se daba cuenta que José tenía esos gustos sexuales, el con modales Y voz disimulando muy bien haciéndose el hombrecito. Doblo bien la revista y la metió debajo de su remera, y siguió caminando al costado de la ruta con su bicicleta de tiro vestido con una calza ciclista negra, Qué lejos llamaba mucho la atención su cola redonda que parecía tallada a mano. De repente un grito a la pasada lo saca del trance en que él iba Pensando mientras caminaba. Era un vecino del al cual veía de vez en cuando y casi no tenía relación saludo el saludo. El tipo iba en bicicleta y al ver a José caminando con su bicicleta de tiro le pregunto si necesitaba algo, a lo que José le respondió muy amablemente Gracias pero no porque no tengo auxilio.  Y me puedas son especiales de carrera, no me queda otra que caminar hasta casa que dijo resignado y con una leve sonrisa complaciente. El tipo era un Morocho con rasgos indígenas ...