Edificio hot I - Relatos Eróticos

Edificio hot I

... reales intenciones conmigo. Lo sé que es una locura, acepté. Desde ese día soy una de sus amantes. El tiempo que estoy con él, la pasó en su departamento que está en el último piso. Es del tamaño de dos departamentos, tiene jacuzzi y una pequeña piscina. Hasta que un sábado por la noche estaba estacionando mi auto en la cochera del edificio. Pensaba subir por el ascensor que casi nadie usa porque da para la zona donde esta los depósitos de cada piso. Es un lugar tétrico por la noche. Estaba saliendo de mi auto cuando me encuentro que Dan estaba llegando también, vestía muy bien con un esmoquin color negro —Hola, Dan. ¿Tuviste una buena noche? —Claro —dijo Dan con una sonrisa agradable. En ese momento bajo del copiloto Rikki, llevaba un top blanco de tiras y una falda de tubo color plateado. —Hola Rikki —La salude. Dan fue amable de acompañarnos a nuestro departamento, pero tomamos el ascensor que les mencione antes. El edificio es grande, tiene quince pisos y en cada piso hay cuatro departamentos. Las personas que alquilan estos pisos son de la clase B y A. Yo soy clase B. Estábamos tranquilos en el ascensor cuando de pronto hubo un apagón. Por suerte no sufro de claustrofobia y este ascensor tiene buena ventilación —No me confirmaron que iban a suspender la luz esta noche —hablo de pronto Dan. —Bueno la luz tendrá que venir —soné optimista. — Eran cinco horas —dijo Dan. Yo me quede callada y Rikki se rio, ya debe de adivinar mi cara de sorpresa. Nos sentamos los tres, por ...

... las poses quede en medio de los dos. Estuvimos callados por un tiempo hasta que Dan comenzó a tocar mi pierna desnuda hasta meterse debajo de mi falda con sus dedos comenzó a sobar mi coñito por encima de la ropa, me sentía avergonzada que Rikki estuviera aquí. Aunque el morbo lo hacía excitante, me mantuve callada. De pronto otra mano, se coló debajo de mi falda. Era Rikki, lo sabía porque tenía uñas largas y sus dedos eran pequeños. —No quiero ser la única aburrida —lo dijo de pronto. —Rikki, no digas eso. Ella se rio —Parece que mi padrastro no te ha contado del todo. A mí también me folla y muy duro, este lugar es su discreto Harem de jovencitas. Toda una fantasía de un hombre, tener siempre carne tierna a su disposición. No te apenes Haley, aquí no sale nada. Te has mojado más desde que metí mi dedo. Te gusta. —Rikki... —iba a decirle que no, pero Dan me beso en la boca. Comenzó a tocarme los senos por encima de la ropa, mientras Rikki besaba mi cuello, mientras comenzaba a masturbarme con sus dedos. Ya no podía negarme, era excitante. Me acostaron por completo sobre el suelo del ascensor, me levantaron el polo que para su sorpresa no llevaba sostén y me quitaron mis bragas. Rikki me abrió las piernas y comenzó a masturbarme mientras Dan me besaba y masajeaba mis pechos. Por un momento intercambiaron lugares, hasta que llegue al orgasmo. Dan se abrió los pantalones y dejo su polla al aire libre, estaba dura. Se puso de seguro más dura al saber que estaría con dos chicas. ...