1. Fue entonces cuando comprendí que él me amaba. Capítulo 1


    Fecha: 13/02/2018, Categorías: Gays Autor: Scalibur32, Fuente: SexoSinTabues

    ... cochecito de bebés. Así que me armé de valor me subí a una silla y saque mi flácido pene por la ventana a la vista de todos. Hugo se quedó boquiabierto y yo estaba nerviosísimo, en ese momento sentí algo dentro de mí que más tarde comprendería que era. Después de pocos segundos me baje de la silla lo más rápido que pude y cerré la ventana. Hugo no se podía creer lo que yo acaba de hacer, realmente, yo tampoco, pero después de recuperarme de la tensión me senté en la cama como si nada y le dije que era su turno de hacer una prueba. Lo dije con mi mayor cara de felicidad, él, en cambio, seguía pasmado mientras yo pensaba qué prueba le pondría. - Tienes que salir a la calle tocar la acera y regresarte. - ¿En bolas? ¡Qué va! ¡Me niego! - ¡Va! -Insistí- que no es para tanto. - ¡No! Me niego rotundamente. - Pues si no lo haces... -Dije mientras pensaba un castigo. - Te doy un masaje. - ¿Cómo? - Pregunté anonadado. - Prefiero darte un masaje a que todo el vecindario vea mis partes. La verdad es que me encantaba la idea de que me diesen un masaje, así que acepté asintiendo con la cabeza y me tumbe boca bajo en la cama. Él comenzó colocando sus suaves manos sobre mi espalda al principio no se movía de ahí y podía notar como le temblaban las manos en cada movimiento, de pronto se paró durante un segundo, escuche su respiración profunda y movió sus manos acariciando mi espalda de arriba a abajo, aún le temblaban las manos, bajó un poco más hasta la cintura se paró un segundo, como ...
    ... para disfrutar del momento y bajo lentamente sus dos manos por mi lisas nalgas tenía en cada mano una, las acaricio, las apretó y siguió bajando por mis piernas, pasó cada uno de sus finos dedos por cada rincón de mis piernas, bajo por mis gemelos y terminó en los tobillos, y allí empezó el camino de vuelta, hizo los mismos movimientos en mis piernas, pero en mi culo estuvo más tiempo que la primera vez, aprovechando cada instante, empecé a notar su respiración, siguió subiendo hasta que llegó otra vez a mi cuello. Me di la vuelta pensando que ya había acabado y vi su rostro, se había asustado, no sabía por qué, hasta que milésimas de segundos después bajé mi mirada hasta su pene, estaba erecto, duro como una piedra. Fue entonces cuando lo comprendí todo, sus nervios, sus miradas, sus respiraciones, su aprecio. Lo entendí absolutamente todo a pesar de mi inexperiencia sexual sabía todo lo que un pre-adolescente puede saber. Además no soy tonto, y aunque nunca me había llamado la atención el amor y el sexo, sabía lo que eran. También comprendí mi cuerpo, y los sentimientos que antes había experimentado, comprendí que mi cuerpo me estaba alertando, me avisaba, me decía suavemente que me estaba enamorando de Hugo. Y fue entonces, cuando comprendí que él me amaba. Y yo le amaba a él. Sus preciosos ojos miel me miraron con timidez, llorosos, pero más brillantes que nunca. - Juan, yo... Yo... -Intentaba decir mientras le goteaban lágrimas de los ojos- yo te amo. Siempre lo he hecho, ...
«12...456...»