Todo por la bici 5 - Relatos Eróticos

Todo por la bici 5

... despreciables 16 cm y de un grosor mediano tirando a fino un glande muy finito que propiciaba que entrar a muy fácil en su cola, qué le importaba José que el tipo que tenía ahí fuera feo si la estaba pasando bárbaro sus huevos tampoco eran muy grandes Pero igualmente se los chupa va y el negro se retorcía de placer de lo que le estaba haciendo el pibe, quedó sentado en el sofá con los pies al piso con las piernas abiertas y el chico arrodillado entremedio dándole placer chupándole la poronga y los huevos, se le puso de pie se dio vuelta y se sentó sobre la poronga del negro de espaldas a él este en su desesperación lo tomo de las caderas y lo hizo sentar de 1 sobre su pito que lo tenía nuevamente muy duro, José te apoyaba con Las Palmas de sus manos las rodillas y se movería endiablado ensartado sobre la poronga del negro, era un torbellino Cómo se movía ese chico con su cola y el negro se despedazaba de placer no podía creer lo que el chico le estaba haciendo José tampoco porque hasta hacía unos días Jamás había estado con nadie y en este momento está a esa altura Parecía un experto Cómo chupaba poronga y como movía su c*** encima de la pija, recordaba las posiciones qué se imaginaba cuando se hacía la paja y en ese momento que tenía un hombre ensartando lo quería hacerlas. Disfrutaba mucho de esa pija, Y eso que no tenía el tamaño de la de El Viejo pero Igualmente le encantaba y no le importaba que fuera de ese negro feo. De repente se paró y se sentó a horcajadas quedando ...

... frente a frente con el negro mientras lo abrazaba por el cuello el negro estirado a su trompa tratando de besarlo y en la calentura a José no le importó nada y comenzó a besarlo también, el negro lo besaba y pasaba su lengua por sus labios su saliva se entremezclaban y José con sus piernas rodeaba la cadera del macho que se lo estaba cogiendo teniendo por completo su poronga dentro de su orto y sentía como la gran mata de pelo que alrededor de su genitales el negro tenía le hacía cosquillas en su cola, José estaba muy caliente y el negro también y al solo roce de tu poronga con la panza de el negro sintió unas ganas enormes de acabar y el negro pegó un fuerte alarido y le volvió a llenar la cola de leche y él no aguanto más y empezó a escupir leche entre medio de los dos pintando por completo con ese barniz ambas panzas. José pegaba estertores Cómo queriendo exprimir del todo esa pequeña o mediana poronga que tenía en el orto, ambos apoyaron sus bocas en sendos hombros quedando agitado y completamente exhausto. José lo seguía rodeando con sus piernas y abrazando por el cuello ya no le parecía tan feo y desagradable el macho que lo acababa de coger y comenzó a besarlo en la boca nuevamente. Tu macho seguía agitado pero igual no quería perderse la oportunidad de seguir disfrutando de este chico y le devolvía los besos mientras le acariciaba las caderas y las nalgas, cuando de repente por la flacidez de su miembro se le salió del agujero tirando al exterior la leche que el negro ...